El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita los sistemas de defensa contra las infecciones y contra determinados tipos de cánceres. La fase más avanzada de la infección es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida o sida que, en función de la persona, puede tardar de dos a 15 años en manifestarse y se define por la aparición de alguna de las más de 20 infecciones oportunistas o de cánceres relacionados con el VIH.

Las primeras pruebas para detectar anticuerpos contra VIH se desarrollaron en 1985; fueron aplicadas de modo rutinario en los productos sanguíneos, así como en los laboratorios de diagnóstico. En la actualidad, estas pruebas son obligatorias en los bancos de sangre o centros de transfusiones.

Las pruebas rápidas son sencillas, fáciles de realizar e interpretar. Un resultado reactivo requiere su confirmación, un resultado no reactivo no requiere confirmación, pero no significa que esté libre de contraer el virus si tiene factores de riesgo y es necesario realizar otra prueba al término de los tres meses, para que el resultado sea confiable. La muestra para las pruebas rápidas puede ser sangre capilar, suero, plasma, saliva u orina.

El diagnóstico por laboratorio de la infección por VIH se realiza mediante pruebas indirectas, inmunoanálisis enzimático (EIA), para determinar la presencia de anticuerpos anti-VIH o antígenos; cuando se realiza este tipo de prueba, en caso de que el resultado de la primera sea negativo, se realiza la segunda prueba y si el resultado es negativo se informará como negativa. Si el resultado es reactivo la muestra se deberá analizar con una prueba confirmatoria.

Las personas que han tenido una “práctica de riesgo” deben acudir a su médico o al centro especializado, que valorará su caso y determinará el tipo de prueba que debe realizarse y cuándo debe repetirse en caso necesario.

Es obligatorio que los exámenes con resultados reactivos sean repetidos para confirmar la positividad. La muestra se debe procesar con una segunda prueba utilizando antígenos + anticuerpos y una plataforma diferente a la primera prueba. Las pruebas confirmatorias tienen una alta especificidad, siendo el Western Blot (inmunoelectrotrasferencia) el método más utilizado.

Existe otro tipo de pruebas que son complementarias o especiales, se trata de aquéllas que determinan la presencia del VIH o algún componente del mismo, como son: cultivo viral, detección de antígenos, detección cualitativa o cuantitativa de ácidos nucleicos.

En los niños menores de 18 meses las pruebas de tamizaje reactivas no son diagnósticas, debido a la posibilidad de que los anticuerpos presentes sean de origen materno.

En México para diciembre de 2017, se estimó que 230 mil personas vivían con VIH; al 30 de junio del 2018, 147 mil personas tenían acceso a tratamiento antirretroviral en todo el país.

De acuerdo con la tipología de Onusida, México tiene una epidemia concentrada en las siguientes poblaciones, las cuales se deben de realizar la prueba del VIH por lo menos cada 6 meses:

  • Hombres trabajadores sexuales (24.1%)
  • Mujeres trans (15-20%)
  • Hombres que tienen sexo con hombres (17.3%)
  • Personas que se inyectan drogas (5.8%)
  • Mujeres trabajadoras sexuales (0.7%)

Las personas que deben realizarse la prueba del VIH son aquellas que han tenido relaciones sexuales, que planean tener un bebé, están embarazadas (dos veces durante la gestación), han sufrido violencia sexual y han sido diagnosticadas con alguna infección de transmisión sexual, como sífilis, lesiones por Virus del Papiloma Humano (VPH), tuberculosis o hepatitis C.

En México, el tratamiento antirretroviral es de acceso universal y gratuito para las personas con VIH desde 2003, y su inicio debe de ser lo más pronto posible debido a que, normaliza la supervivencia de las personas con VIH y disminuye el riesgo de transmisión del virus en 96%, por lo que constituye parte fundamental en la respuesta rápida para acabar con el sida.

Referencias

Centro Nacional para la Prevención y el control del VIH y el sida. (2018). Día Mundial del Sida.México: CENSIDA.

Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos «Dr. Manuel Martínez Báez». (2017). Lineamientos para la vigilancia por laboratorio de la Infección por virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).México: Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos.

Organización Mundial de la Salud. (19 de julio de 2018). VIH/sida. Obtenido de Notas descriptivas: http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hiv-aids

Secretaría de Salud. (2016). Guía de Práctica Clínica Prevención, Diagnóstico y Tratamiento en el binomio Madre-Hijo con infección por el VIH.México: Catálogo Maestro de Guías de Práctica Clínica IMSS-246-12.