Nota: Felipe Aliaga
Ilustración: Tania Escribá

Actualmente, las enfermedades del corazón, COVID-19 y diabetes mellitus son las principales causas de muerte en nuestro país.

La Salud Pública es la disciplina encargada de promover, mantener y proteger la salud de una comunidad. Considera a los determinantes sociales, el estilo de vida, el entorno y las condiciones generales que caracterizan a dicha comunidad, así como la predisposición que diversos factores de riesgo tienen de causar enfermedad, lesión o incapacidad.

En México, esta disciplina se consolidó y profesionalizó a finales del siglo xix, lo cual marcó un gran progreso para combatir enfermedades infecciosas y erradicar algunas de sus principales causas de muerte, como la viruela, sarampión, tosferina, peste, cólera e influenza.

Durante el 2021 estas causas cambiaron, posicionando a las enfermedades del corazón, COVID-19, diabetes mellitus, tumores y enfermedades del hígado como las principales, lo que evidencia una modificación en las formas y condiciones de vida.

Hablando específicamente por grupos de edad, las personas mayores de 65 años tienen una tasa de mortalidad más alta que el resto de los grupos, principalmente a causa de enfermedades del corazón, COVID-19 y diabetes mellitus. Mientras que de los 25 hasta los 64 años murieron especialmente por infección de COVID-19.

Los programas de prevención y promoción para la salud han logrado mitigar y controlar la pandemia por COVID-19 en nuestro país gracias a la vacunación, sobre todo en las personas que tienen mayor riesgo de enfermar gravemente. Sin embargo, esta enfermedad ocasionó un aumento del 50 por ciento de la mortalidad esperada durante el 2021.

En el caso de los jóvenes de 15 a 24 años la causa principal fue por agresiones, esencialmente por homicidios; y en el grupo de 10 a 14 años por accidentes. Finalmente, en la población infantil encontramos que de los cinco a los nueve años fueron los tumores malignos, de uno a cuatro años, accidentes y en menores de un año las afecciones originadas durante el período perinatal.

La esperanza de vida en nuestro país es de 76 años en promedio, específicamente 78 años en las mujeres y 72 en los hombres. Esta diferencia de edades se debe, en parte, a que ellos acuden con menos frecuencia a los servicios de salud o lo hacen cuando ya es demasiado tarde para poder ofrecerles un tratamiento efectivo.

Los estilos de vida poco saludables han modificado las causas de muerte, por lo que se debe trabajar en cambios profundos para poder mejorar la calidad de vida de las y los mexicanos. Es necesario vincular las acciones del gobierno desde un panorama que contemple a las instituciones, las investigaciones en salud y la participación activa de la población, ya que muchas enfermedades no se han logrado abatir hasta el momento, a pesar de los esfuerzos que se han hecho por parte de las autoridades de salud.

El diseño e implementación de estrategias adecuadas y congruentes con el contexto para promover la educación en salud y una adecuada vigilancia epidemiológica a nivel nacional son la clave para mejorar la esperanza de vida y disminuir la mortalidad en nuestro país.

Hemos sido testigos de los grandes cambios sociales, políticos, culturales y de salud que han transcurrido, sin embargo, es importante continuar promoviendo estrategias que favorezcan la salud pública de las y los mexicanos, así como fomentar la vacunación para evitar enfermedades que ya estaban desaparecidas.

 

Con información de la Dra. Guadalupe Soto Estrada, Académica del Departamento de Salud Pública, Facultad de Medicina de la UNAM.

 

 

 

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