Nota: Zenyaci Morales
Ilustración y animación: Gabriel Espinosa
 

 

El insomnio se define como la dificultad para iniciar el sueño o volver a dormir cuando se despierta durante la noche, despertar más temprano de lo deseado y/o sentir que no se descansó. Produce cansancio, somnolencia durante el día, problemas de atención y concentración, dolor de cabeza y cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, lo que desencadena un bajo rendimiento en las actividades cotidianas.

El 18.8 por ciento de la población mexicana padece insomnio. Puede ser hereditario y se presenta con mayor frecuencia en las mujeres y, en general, en las personas cuyos trabajos demandan cambios de turnos o labores nocturnas. También las personas con ciertos rasgos de personalidad obsesiva y perfeccionista tienen riesgo de padecerlo.

Todas y todos podemos pasar una mala noche de manera esporádica debido a emociones negativas o estímulos estresantes. Sin embargo, el insomnio se puede volver crónico cuando su duración es mayor a tres meses y afecta, por lo menos, tres noches por semana. También se asocia a otros trastornos como depresión, ansiedad o síndrome de piernas inquietas.

El ciclo del sueño se divide en fase ligera, que es la etapa 1 y 2, y en fase profunda, que es la etapa 3 y Sueño MOR (movimientos oculares rápidos); en esta última, es en la que se generan los sueños. Las personas con insomnio tienen una disminución en la calidad del sueño, ya que se ve afectada la fase profunda y aumenta la etapa superficial. Por lo que puede ocasionar pesadillas en quienes padecen ansiedad o depresión.

El diagnóstico es totalmente clínico y su tratamiento debe ser integral, contemplando el farmacológico que generalmente atiende la causa principal como ansiedad o depresión, y no farmacológico que consiste en tomar terapia cognitivo-conductual, así como cambiar positivamente la higiene del sueño. Se recomienda tener horarios fijos para levantarse y acostarse, realizar actividad física por las mañanas y alguna rutina relajante antes de dormir.

La Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM cuenta con un grupo multidisciplinario de especialistas (otorrinolaringólogos, psiquiatras, psicólogos y neurólogos), orientado exclusivamente al diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sueño, como el insomnio. Es importante tratar a tiempo este tipo de problemas, ya que pueden repercutir en otros aspectos físicos y mentales, además del entorno social, como en el trabajo o la familia.

 

Con información del Doctor Andrés Barrera Medina, Médico Psiquiatra Adscrito a la Clínica de Trastornos del Sueño, Facultad de Medicina de la UNAM.