El ayuno intermitente, ¿la mejor forma de bajar de peso?

El ayuno intermitente, ¿la mejor forma de bajar de peso?

Privar al organismo de alimento por periodos prolongados puede tener efectos adversos para la salud 

En los tiempos modernos, el ayuno intermitente se ha vuelto uno de los métodos más populares para bajar de peso. Éste consiste en dejar de comer durante varias horas, con el fin de quemar las reservas energéticas que el cuerpo almacena en forma de grasa. De esta manera, se consigue una reducción de talla de forma rápida. Pero, ¿qué tan recomendable es esta práctica? 

El ayuno intermitente no es un método recomendable para todas las personas, ya que privar al organismo de alimento por periodos prolongados puede tener efectos adversos para la salud, como mareos, desorientación, falta de energía, desmayos y, en casos más serios, descompensaciones nutricionales. Por ello, siempre debe hacerse bajo supervisión y valoración de especialistas en nutrición clínica. 

Hasta el momento, los beneficios a corto plazo de realizar ayuno intermitente están relacionados con la reducción de los niveles de azúcar en la sangre, debido a la disminución de la resistencia a la insulina, en otras palabras, una condición en la cual las células del cuerpo no responden correctamente a la acción de esta sustancia que les ayuda a absorber la glucosa y utilizarla como fuente de energía. 

Si no se controla, la resistencia a la insulina puede ocasionar diabetes mellitus tipo 2, pues gran parte de la glucosa se queda en el torrente sanguíneo y provoca daños en el organismo. Lo más común es que esta energía sobrante se almacene en forma de grasa, lo que favorece al aumento de peso. 

Sin embargo, el ayuno intermitente no es la única forma de controlar la resistencia a la insulina ni de bajar de peso. De hecho, a pesar de su fama, tampoco es la forma más eficaz de hacerlo. Los estudios más recientes recalcan los beneficios de llevar un estilo de vida saludable, como tener una buena alimentación y hacer ejercicio, por encima del ayuno prolongado y las dietas cetogénicas (plan de alimentación bajo en hidratos de carbono y rico en grasas). 

Las estrategias para bajar de peso tendrán un efecto distinto en cada persona. El ayuno intermitente puede tener buenos resultados en algunas y efectos devastadores en la salud de otras. Por ello, es necesario que las y los profesionales de la salud evalúen los casos de forma particular y recomienden un plan de alimentación adecuado, según las condiciones, gustos y preferencias de cada persona. Es importante recordar que, ante todo, el principal objetivo es mantener una buena salud. 

Con información de la Dra. Elvira Sandoval Bosch, Académica y Coordinadora de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, Facultad de Medicina de la UNAM.

 

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Si tienes diabetes… aún existen soluciones

Si tienes diabetes… aún existen soluciones

Una dieta adecuada y actividad física son elementales para la prevención y control de la diabetes mellitus. 

 La nutrición es parte integral de la asistencia y del control de la diabetes. Una dieta que garantice la ingesta adecuada de todos los nutrientes es la base del tratamiento para esta enfermedad. Sin embargo, mantener los cambios necesarios para su control, como seguir un plan de alimentación, es uno de los retos más difíciles de conseguir, debido a los cambios de estilo de vida que esto conlleva. 

La diabetes mellitus es una enfermedad de origen multifactorial, que puede afectar a muchos órganos vitales y que cada año ocasiona la muerte de un gran número de mexicanos y mexicanas. Se caracteriza por la alteración de la hormona llamada insulina, ya que no se produce en la cantidad suficiente o de forma adecuada para metabolizar el azúcar. 

Sin embargo, se trata de una enfermedad crónica que se puede controlar si se mantiene una adecuada alimentación y estilo de vida. Se requiere de la modificación de hábitos poco saludables de forma gradual, remplazándolos por aquellos que favorezcan al control de la glucosa, el colesterol y, en general, del peso. Estos cambios pueden disminuir el uso de medicamentos y permitir una estabilidad en el organismo, lo que mejora la calidad y esperanza de vida de las personas. 

Aquellos con un estilo de vida sedentario, sobrepeso u obesidad, son los más propensos a padecer esta enfermedad y generar complicaciones, por lo que la actividad física juega un papel de gran relevancia para su prevención y control. 

Además de estar asesorado por un equipo multidisciplinario compuesto por nutriólogos, médicos endocrinólogos y educadores de diabetes, es importante el autocuidado, se puede comenzar estableciendo una meta a la vez e ir incorporando nuevas, para que en conjunto logren un cambio benéfico y a largo plazo. 

 

Con información de la Dra. Elvira Sandoval Bosch, Coordinadora de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, Facultad de Medicina de la UNAM. 

 

 

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Maíz de mi corazón

Maíz de mi corazón

Nota: Elvira Sandoval Bosch
Ilustración: Gabriel Espinosa

Desde 2019, el Senado de la República aprobó con 112 votos el dictamen para declarar el 29 de septiembre como el Día Nacional del Maíz, con el fin de emprender acciones para el fomento al cultivo del maíz, por su valor cultural, alimentario y económico.

El maíz es un alimento que pertenece al grupo de los cereales y se considera que es la base de la alimentación en México; su consumo per cápita es de 196.4 kg y específicamente de 75 kg al año en forma de tortilla.

La mejor forma de comer la tortilla es nixtamalizada, pues este proceso milenario incrementa la biodisponibilidad de los componentes químicos del maíz como es caso de los aminoácidos y la niacina. También, hace de este alimento una buena fuente de calcio, hierro, fósforo e incrementa el almidón resistente que ayuda a la salud digestiva.

Recordemos que el cultivo del maíz es parte de lo que conocemos como milpa, que es un agroecosistema donde se siembra alguna variedad de maíz como cultivo principal y otros alimentos como calabaza, frijol, jitomate, chile, quelites, plátano, cilantro, verdolagas, naranja y camote por mencionar algunos. Este tipo de cultivo favorece interacciones ecológicas que están estrechamente relacionadas con el equilibrio en el medio ambiente.

Es importante no olvidar que para nuestras culturas antepasadas el maíz era de vital importancia, de tal forma que reconocían al ciclo vital del maíz como el suyo propio; para ellas, la existencia del maíz se basaba en la creencia de una dependencia mutua: el ser humano nace del maíz.

 

Referencias: 

Senado de la República, Boletín 192 (septiembre 24, 2019). El 29 de septiembre de cada año, “Día Nacional del Maíz”: https://bit.ly/2PggMw2 

Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (noviembre 9, 2020). La milpa, tradición que impulsa el futuro: https://bit.ly/3y0ilDP 

Gastélum G., Rocha J. (marzo 5, 2021). La milpa como modelo para el estudio de la microbiodiversidad e interacciones planta-bacteria, Revista especializada en ciencias químico-biológicas: https://bit.ly/3SGQ3GA  

Ortiz J., Sánchez O., Ramos J. (agosto, 2014). Actividades productivas y manejo de la milpa en tres comunidades campesinas del municipio de Jesús Carranza, Veracruz, México. Polibotánica: https://bit.ly/3SllmXF 

Vela E. (s.f.). EL MAÍZ, LA ESENCIA DEL SER HUMANO, Arqueología Mexicana: https://bit.ly/3CgOeKR 

 

 

 

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Enfermedades por malnutrición

Enfermedades por malnutrición

Nota: Erick Cortés
Ilustración: Ali Acosta

 

Que la comida sea tu alimento, y el alimento tu medicina. Más de dos milenios después de ser pronunciada esta popular frase de Hipócrates no ha perdido vigencia; menos aún, en tiempos modernos, cuando las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y la obesidad se encuentran entre las principales causas de muerte en todo el mundo.

Bien sabido es que los más altos índices de estas enfermedades se dan en los países industrializados, donde se producen y consumen grandes cantidades de bebidas y alimentos ultraprocesados, pero las poblaciones más desfavorecidas también presentan enfermedades derivadas de la malnutrición.

La ciencia de la nutrición humana ha avanzado notablemente, y con ella se han evidenciado los patrones dietéticos que se tienen que cambiar, no sólo para tratar, sino para prevenir las enfermedades más comunes de la humanidad. Por ejemplo, se ha descubierto que la cantidad de glucosa necesaria para mantener el funcionamiento óptimo del organismo, el cerebro y el sistema nervioso, puede obtenerse consumiendo aproximadamente 130 gramos de carbohidratos al día, una cantidad que es excedida tanto por las poblaciones que tienen acceso a los bebidas y alimentos  ultraprocesados, como por quienes viven en situación de hambruna, donde la principal fuente de alimentación son los cereales refinados con altas cantidades de azúcares.

Esta alteración en el equilibrio de glucosa-insulina no sólo conduce a la diabetes mellitus y a la obesidad, sino también a alteraciones en la presión arterial, la función cardíaca, la función hepática y la presencia de estrés oxidativo (la degeneración de los tejidos por el exceso de radicales libres).

Respecto a la obesidad, se ha demostrado que es más eficaz la prevención primaria que el tratamiento secundario. Pues, a la larga, resulta más beneficioso para la salud consumir alimentos de calidad que contribuyan a la homeóstasis del organismo, en lugar de contar las calorías de los alimentos para reducir la talla.

La evidencia demuestra que el consumo más frecuente de vegetales sin almidón, nueces, leguminosas, pescado, aceites vegetales, yogur, cereales integrales; y menos frecuente de carnes rojas, alimentos y bebidas ultraprocesadas ricas en sodio y en azúcares, es una medida eficaz para prevenir el sobrepeso, las enfermedades metabólicas y cardiovasculares derivadas de la malnutrición.

En realidad, su prevención es bastante sencilla, lo difícil radica en la concientización individual y sociocultural para lograr un cambio en el comportamiento de consumo, algo que también involucra a los sectores políticos y económicos, quienes tienen que estar convencidos de que jugar a favor de la salud pública repercutirá mejor en las finanzas de los países que atender los gastos en salud derivados de la atención masiva de enfermedades por malnutrición.

 

Referencia

Mozzafarian, Dariush. (2016). Dietary and Policy Priorities for Cardiovascular Disease, Diabetes, and Obesity – A Comprehensive Review. Circulation. 2016 January 12; 133(2): 187–225. doi:10.1161/CIRCULATIONAHA.115.018585.

Revisión: Dra. Elvira Sandoval Bosch, Coordinadora de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, Facultad de Medicina de la UNAM.

 

 

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¿Un cafecito?… estos son los beneficios de su consumo moderado

¿Un cafecito?… estos son los beneficios de su consumo moderado


En México consumimos un promedio de 2.6 tazas al día.

Nota: Cira Santillán

El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo gracias a su aroma y sabor, cuyo contenido de cafeína probablemente juega un papel primordial en su popularidad; es a su vez una mezcla compleja que contiene más de mil productos químicos diferentes. Se han evidenciado los efectos que ejerce sobre la salud humana, incluso con algunos resultados contrastantes. 

El café es la semilla madura desecada de la planta procedente de un arbusto de Abisinia (hoy Etiopía, África) o en el Mar Rojo en Yemen.  Fue en el siglo XV cuando se desarrolló la técnica de tostar y moler los granos de café. Contiene la cantidad más alta y variable de cafeína, dependiendo de las diferencias genéticas de los granos. Se estima que en México consumimos un promedio de 2.6 tazas al día.

Es considerado un alimento nutracéutico y/o funcional (alimento o parte de un alimento que proporciona beneficios de salud, incluida la prevención y/o el tratamiento de una enfermedad). Los efectos benéficos contra diversas patologías, identificados principalmente por estudios experimentales y epidemiológicos, se encuentran en:

  • Enfermedades neurológicas (Parkinson y Alzheimer)
  • Cáncer de mama y colon
  • Respuestas psicoactivas: estado de alerta o cambios de humor
  • Trastornos metabólicos: diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares
  • Disfunciones hepáticas: cirrosis

Incluso, se ha identificado que induce cambios en la composición de la microbiota intestinal, principalmente a nivel de la población de Bifidobacterias, Bacteroides y Prevotella.

Aunque ingestas moderadas de cafeína pueden considerarse seguras, dosis más altas se han descrito asociadas a un incremento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, insomnio, dolor de cabeza, ansiedad, depresión, problemas gastrointestinales, osteoporosis, anemia y problemas relacionados con el embarazo.

Debemos tomar en cuenta que los efectos del café sobre la salud, a través de la cafeína, dependen de la preparación, el tipo de grano, la cantidad de consumo y el estado clínico de cada individuo, entre los factores más importantes.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

  1.   Higdon J V, Frei B. Coffee and Health : A Review of Recent Human Research. Crit Rev Food Sci Nutr. 2007;46:101–23.
  2.   Grosso G, Godos J, Galvano F, Giovannucci EL. Coffee , Caffeine , and Health Outcomes : An Umbrella Review. Annu Rev Nutr. 2017;37:131–56.
  3.   Wolf A, Bray GA, Popkin BM. A short history of beverages and how our body treats them. Obes Rev. 2008;9:151–64.
  4.   Barreda R, Molina L, Reyes H, Alford C. Actualización sobre los efectos de la cafeína y su perfil de seguridad en alimentos y bebidas. Rev médica del Hosp Gen Mex. 2012;75(1):60–7.
  5.   Pardo Lozano R, Alvarez García Y, Barral Tafalla D, Farré Albaladejo M. Cafeína: Un nutriente, un fármaco, o una droga de abuso. Adicciones. 2007;19(3):225–38.  
  6.   Kalra EK. Nutraceutical – Definition and introduction. AAPS J. 2003;5(3):1–2.
  7. Ciaramelli C, Palmioli A,Airoldi C. Coffee variety, origin and extraction procedure: Implications for coffee beneficial effects on human health. Food Chemistry. 2019; 278: 47-55.
  1.   Nehlig A. Effects of Coffee on the Gastro-Intestinal Tract: A Narrative Review and Literature Update. Nutrients. 2022;14: 399.
  1.   Nawrot, P., Jordan, S., Eastwood, J., Rotstein, J., Hugenholtz, A., & Feeley, M. Effects of caffeine on human health. Food Additives & Contaminants. 2003; 20(1):1–30.

 

 

 

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¿Cuándo se considera insomnio?

¿Cuándo se considera insomnio?

Nota: Zenyaci Morales
Ilustración y animación: Gabriel Espinosa
 

 

El insomnio se define como la dificultad para iniciar el sueño o volver a dormir cuando se despierta durante la noche, despertar más temprano de lo deseado y/o sentir que no se descansó. Produce cansancio, somnolencia durante el día, problemas de atención y concentración, dolor de cabeza y cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, lo que desencadena un bajo rendimiento en las actividades cotidianas.

El 18.8 por ciento de la población mexicana padece insomnio. Puede ser hereditario y se presenta con mayor frecuencia en las mujeres y, en general, en las personas cuyos trabajos demandan cambios de turnos o labores nocturnas. También las personas con ciertos rasgos de personalidad obsesiva y perfeccionista tienen riesgo de padecerlo.

Todas y todos podemos pasar una mala noche de manera esporádica debido a emociones negativas o estímulos estresantes. Sin embargo, el insomnio se puede volver crónico cuando su duración es mayor a tres meses y afecta, por lo menos, tres noches por semana. También se asocia a otros trastornos como depresión, ansiedad o síndrome de piernas inquietas.

El ciclo del sueño se divide en fase ligera, que es la etapa 1 y 2, y en fase profunda, que es la etapa 3 y Sueño MOR (movimientos oculares rápidos); en esta última, es en la que se generan los sueños. Las personas con insomnio tienen una disminución en la calidad del sueño, ya que se ve afectada la fase profunda y aumenta la etapa superficial. Por lo que puede ocasionar pesadillas en quienes padecen ansiedad o depresión.

El diagnóstico es totalmente clínico y su tratamiento debe ser integral, contemplando el farmacológico que generalmente atiende la causa principal como ansiedad o depresión, y no farmacológico que consiste en tomar terapia cognitivo-conductual, así como cambiar positivamente la higiene del sueño. Se recomienda tener horarios fijos para levantarse y acostarse, realizar actividad física por las mañanas y alguna rutina relajante antes de dormir.

La Clínica de Trastornos del Sueño de la Facultad de Medicina de la UNAM cuenta con un grupo multidisciplinario de especialistas (otorrinolaringólogos, psiquiatras, psicólogos y neurólogos), orientado exclusivamente al diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sueño, como el insomnio. Es importante tratar a tiempo este tipo de problemas, ya que pueden repercutir en otros aspectos físicos y mentales, además del entorno social, como en el trabajo o la familia.

 

Con información del Doctor Andrés Barrera Medina, Médico Psiquiatra Adscrito a la Clínica de Trastornos del Sueño, Facultad de Medicina de la UNAM.