La mayoría de la gente que fuma comienza a hacerlo en la pubertad o adolescencia por imitación o presión social, desde ese momento los pulmones empiezan a deteriorarse. Aunque se deje de fumar, el daño sigue de una manera más lenta pero continúa y se pueden llegar a desarrollar diversas enfermedades, entre ellas, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

La EPOC es una enfermedad que se caracteriza por una limitación al flujo de aire, generalmente progresiva, causada por una inflamación anormal de los pulmones ante gases como el humo del tabaco.

Otros factores que pueden causar EPOC, son el humo de leña o carbón, la polución ambiental y la inhalación de sustancias químicas industriales como polvos o solventes.

¿Cómo actúa la EPOC?

De la tráquea se desprenden dos conductos llamados bronquios que la conectan con los pulmones, éstos se ramifican, a su vez, en conductos más pequeños llamados bronquiolos y en el extremo de los bronquiolos encontramos a los alveolos que se encargan de intercambiar el oxígeno del aire que inhalamos, por el bióxido de carbono que exhalamos. Con el humo o aire contaminado los bronquios y bronquiolos se inflaman y se disminuye el espacio por donde circula el aire.

Si la presión aumenta por la inflamación constante de los bronquiolos, los alveolos rompen las paredes que los dividen entre ellos aumentando considerablemente su tamaño. Entonces el aire puede entrar pero ya no sale fácilmente, el pulmón aumenta progresivamente su volumen y deja de realizar correctamente su función.

Los síntomas de la EPOC son:

– Sensación de falta de aire o también llamada disnea al correr, caminar o subir escaleras
– Tos que habitualmente se presenta por las mañanas con o sin flemas
– Ruidos como silbidos y ronquidos bronquiales por la circulación forzada de aire
– Manos y uñas moradas por la falta de oxígeno en etapas avanzadas

Para realizar un diagnóstico correcto de la EPOC se debe realizar:

– Historia clínica
– Exploración física
– Radiografía de tórax
– Gasometría arterial, que sirve para medir la cantidad de oxigeno y CO2 que se encuentra en la sangre, entre otros gases.
– La espirometría es la prueba más precisa para diagnosticar la EPOC porque mide el volumen respiratorio forzado y es posible realizarla en el consultorio médico.

Otras medidas que se deben tomar es que toda persona con EPOC, se vacune contra la influenza y neumonía, se deben prevenir las infecciones agredas y otras enfermedades de carácter respiratorio.

Para tratar eficazmente a un paciente con EPOC lo más indispensable es que deje de fumar o exponerse a humos y sustancias tóxicas, la administración de oxígeno por lo menos 15 litros por día y medicamentos bronquiodilatadores, el uso de nebulizadores y otros medicamentos.

 

Con información del Dr. Leon Green Schneeweiss, Ex jefe de Cirugía de Tórax del Instituto Nacional de Cancerología / leongreens@hotmail.com