La artritis reumatoide es una enfermedad poco común, el 1% de la población mundial la padece y se ha detectado más frecuentemente en mujeres de entre 20 a 40 años.

Aunque no se conoce la causa de esta enfermedad, los expertos coinciden en que puede ser la condición genética como el tener ciertos genes asociados o, incluso, haber manifestado alguna infección en alguna etapa de la vida, lo que provoca una respuesta anormal.

Cuando se padece esta enfermedad, el sistema inmunitario ataca a las células sanas del cuerpo por error, genera unos anticuerpos que afectan principalmente a la membrana que produce la lubricación de las articulaciones, las cuales se pueden inflamar y ocasionar la destrucción de los huesos por falta de tratamiento.

La artritis reumatoide se agrava gradualmente, logra agredir a varios órganos y ocasionar discapacidad para caminar o realizar actividades manuales por originar la deformación de las manos.

Los síntomas iniciales son dolor e inflamación de las articulaciones, principalmente en manos, codos, rodillas y tobillos, y su rigidez por más de 30 minutos en las mañanas; las manos disminuyen su fuerza para agarrar y sostener cosas.

Algunos pacientes llegan a presentar otras afecciones como perforación de córneas, conjuntivitis seca crónica y complicaciones en otros órganos como corazón, riñones y pulmones.

La artritis reumatoide se diagnostica mediante la exploración del médico sobre la inflamación de las articulaciones afectadas y algunas pruebas de laboratorio para encontrar el factor reumatoide o los anticuerpos especiales que la generan como principales indicadores de la enfermedad, además de radiografías de las articulaciones y de los órganos afectados.

Cuando un paciente se diagnostica tempranamente con artritis reumatoide y recibe un tratamiento a tiempo, es capaz de llevar una vida completamente normal mediante la terapia física, el uso de medicamentos para la mejoría de los síntomas, fármacos que detienen la progresión de la enfermedad y que actúan contra las sustancias que producen la inflamación en las articulaciones.

Es muy importante acudir al médico a la primera señal de inflamación y dolor en las articulaciones, puesto que el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno reducen considerablemente las probabilidades de presentar complicaciones graves o llegar a causar alguna discapacidad.

 

 

Con Información del Dr. Julio César Casasola Vargas, Médico Especialista en Reumatología del Hospital General de México, cassvarg@hotmail.com