Los lunares o nevos son un conjunto de células pigmentadas (llamadas melanocitos) que se encuentran agrupadas en nido. Estos nidos pueden estar en diferentes capas de la piel, y de esto dependerá la forma que tenga: mancha, cúpula, pedículo o con prolongaciones, todas estas normales.
La aparición de los nevos inicia en la infancia y termina hasta los 20 años, así que es normal que de repente encuentres un nuevo lunar en tu piel si eres menor de esta edad. Pero debes estar muy atento si llega aparecer alguno posteriomente.
No todos los lunares son malos, lo importante es mantenerlos vigilados:
- Como ya mencionamos antes debemos vigilar que no aparezcan nuevos lunares después de los 20 años de edad.
- El ABCDE de los lunares:
- Asimetría: los lunares tienden a ser redonditos u ovalados y simétricos.
- Bordes: suelen ser regulares, no con espinas ni deformados.
- Color: debe ser uniforme, no deben de haber más de dos tonos o colores diferentes.
- Diámetro: los lunares usualmente no miden más de medio cm (o más de 0.6 cm)
- Evolución: estar atentos a cambios en cualquiera de los puntos anteriores, cambios de color, cambios en los bordes, aumento de tamaño, que aparezcan “venitas” encima o alrededor.
- Es recomendable utilizar bloqueador solar aún cuando no se pretenda “salir a tomar el sol” y la protección recomendada es de 50 fps, de preferencia usar protectores solares comprados en farmacias especializadas y no de marcas comerciales. Y su horario de aplicación debe ser a las 08:00, a las 12:00 y a las 16:00 horas, en las áreas expuestas (que no están cubiertas por la ropa).
- Si notas algún cambio, ¡no te asustes! Acude con un dermatólogo para que pueda revisarte.
Ahora que conoces estos puntos clave es posible que identifiques de manera oportuna cualquier anormalidad.
Con información de: Instituto Nacional del Cáncer. (Abril de 2018). Instituto Nacional del Cáncer. Obtenido de https://www.cancer.gov/espanol/tipos/piel/hoja-informativa-lunares