9 datos que no sabías sobre tu cerebro

9 datos que no sabías sobre tu cerebro

El cerebro humano es el órgano más importante de nuestro organismo, controla el movimiento, la conducta, las funciones internas, el sistema nervioso autónomo, el sistema endócrino y, también tiene la función de gobernar la mente a través de percepciones, emociones, pensamientos, imágenes mentales, memorias, creencias y sueños. Pero ¿qué más sabemos acerca de él?

1. Es el órgano del cuerpo que más gasta energía. Consume el 25 por ciento del total de alimento energético del organismo, aunque sólo tiene un peso aproximado de 1.3 a 1.4 Kg, es decir, el equivalente al dos por ciento del peso total de una persona de 60 a 70 kg.

2. Existen dos tipos de memoria, la de corto plazo, también llamada de trabajo, que en general puede memorizar hasta 7 datos, como por ejemplo, un número telefónico justo antes de llamar; y la memoria de largo plazo, que a su vez se clasifica en dos subtipos: la episódica, que es aquella en la que se guardan memorias vivenciales y experiencias a lo largo de la vida; y la semántica, que es el almacenamiento de datos generales que se aprenden desde la escuela, la cual es ilimitada.

3. Se le llama neurogénesis al proceso por el cual se generan nuevas neuronas, que se forman a partir de las células primitivas. Hace más de 30 años se decía que el cerebro adulto ya no era capaz de realizar este proceso, lo cual ha sido científicamente invalidado. 

4. En 2016 se publicó que un grupo de investigadores, a cargo de la doctora brasileña Suzana Herculano-Houzel, realizó un experimento en el que licuaron una parte del cerebro humano de una autopsia, lo diluyeron de manera proporcional y exacta, contaron el número de neuronas y las multiplicaron por un factor matemático para abarcar la cantidad total del cerebro, con lo que llegaron a la cifra de 86 mil millones de neuronas. Se calcula que cada neurona tiene entre mil y 10 mil conexiones con otras. 

5. En el siglo XIX se creía que las personas más inteligentes o con coeficientes intelectuales más altos, correspondían a cerebros más grandes, pero se han encontrado personas extremadamente inteligentes con cerebros pequeños, por lo que la relación entre el coeficiente y el tamaño es mínimamente significativa. Por otro lado, los cerebros de personas con altos coeficientes son más eficientes que los de las personas promedio, ya que éstos tienen un menor gasto energético.

6. A Don Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de Medicina, se le conoce como el padre de la neurociencia moderna. Es el pionero y mentor de la idea de que el tejido nervioso se encuentra dividido en capas, núcleos y redes de circuitos; además, halló la existencia de las conexiones entre neuronas, a las que denominó espinas, poco después denominadas sinapsis.

7. El cerebro no duele por sí solo. Al tener una lesión en cualquier parte del cuerpo, el dolor depende de la existencia de terminales nerviosas en un órgano o tejido. El cerebro, al igual que otros órganos como el hígado no duelen, los que duelen son los tejidos que los envuelven. En el caso de un dolor de cabeza, son las terminales nerviosas de los vasos sanguíneos las que registran dolor.

8. Cuando se padece alcoholismo crónico, los efectos neurológicos pueden desarrollar enfermedades como el delirium tremens, que se caracteriza por síndrome de abstinencia con alucinaciones, crisis de pánico y agitación. Otras son el síndrome de Wernicke y el síndrome de Korsakoff que, a pesar de ser afecciones diferentes, usualmente se manifiestan al mismo tiempo y se caracterizan por modificar la morfología cerebral.

9. Algunos estudios señalan que una dieta balanceada, rica en todos los nutrientes necesarios como carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, está directamente relacionada con una inteligencia poco más elevada que en los casos cuyas dietas son desbalanceadas.

 

 

Con información del Doctor José Luis Díaz, investigador y profesor del Departamento de Historia y Filosofía, Medicina de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Polvos de momia “curativos”

Polvos de momia “curativos”

 

En el siglo XVII, el boticario francés Pierre Pomet (1658-1699) consideraba que productos como el tabaco, el índigo, el azúcar, así como los remedios de polvos de momia o cuerno de unicornio, eran drogas exóticas descubiertas gracias a las exploraciones y a la expansión colonial de los europeos.

Pomet fue jefe farmacéutico del Rey Luis XIV, su trabajo era considerado como el de una autoridad gracias a sus extensos viajes por Europa, en los cuales recolectó muestras botánicas y recetas de farmacia.

En 1684 publicó su obra más conocida, Histoire générale des drogues (Historia general de las drogas), en donde describe la naturaleza de distintos materiales y sus fuentes. Uno de los productos más exóticos eran los polvos de momia, común en la Medicina europea desde el siglo XII hasta el siglo XVII.

Las resinas utilizadas en el embalsamamiento de las momias tenían un aspecto similar al bitumen, un líquido negro y viscoso al que se le atribuían propiedades saludables y que los árabes denominaban “mummiia”. Con el paso del tiempo, se empezó a aplicar el vocablo “mummia” a la totalidad del proceso de embalsamado, popularizando el empleo de los cuerpos momificados como método terapéutico.

Boticarios europeos comenzaron a usar los polvos de momia y atribuir su eficacia para el tratamiento de heridas, tumores y numerosas enfermedades, incluyendo la gota y la parálisis. Con la llegada del Renacimiento y el estudio metódico de la Medicina, los polvos de momia quedaron olvidados para siempre debido a sus escasas propiedades curativas; sin embargo, Pomet lo anota en su obra dada la popularidad terapéutica que tenía en Europa.

 

Con información del Lic. Oscar Maya Corzo, Responsable de la Biblioteca “Dr. Nicolás León”, Facultad de Medicina de la UNAM. En la Facultad de Medicina tenemos la edición inglesa: A compleat history of drugs, written in French by Monsieur Pomet, Londres: printed for [William Bowyer] for R. and J. Bonwicke, and R. Wilkin [y otros], 1725. Esta obra forma parte del Fondo Antiguo de la Biblioteca “Dr. Nicolás León”, ubicada en el Palacio de la Escuela de Medicina.

 

.

Día Mundial contra la Rabia

Día Mundial contra la Rabia

 

 

De acuerdo con el CDC, la rabia es una enfermedad viral mortal pero prevenible y más del 90% de los casos ocurren en animales salvajes.

La rabia es causada por un virus del género Lyssavirus, el término griego ‘Lyssa’ significa Locura. Existen 14 especies de las cuales 1 es el que causa la mayoría de las infecciones.

Este género pertenece a la familia Rhabdoviridae que afecta a todos los órdenes del planeta.

Sus orígenes se remontan a los murciélagos insectivos, que pudieron adquirirla mediante la alimentación de insectos infectados o consumieron los ancestros del virus que después evolucionaron y saltaron a los carnívoros, especialmente a los canidios.

Afecta todos los mamíferos puesto que tienen células nerviosas y aunque no las destruye, secuestra su metabolismo, por lo que cambia el comportamiento de la persona o animal infectados.

Bastó que los seres humanos intentaran domesticar a los perros, lo que diseminó la enfermedad en el viejo mundo. Se trasladó a América a través de la colonización, ya que los colonizadores traían a sus perros.

Su periodo de incubación es de 1 mes, lo que duraban aproximadamente los viajes entre el viejo mundo y las Américas. En el siglo XIX se dan las más grandes epidemias de rabia.

México ha sido reconocido y certificado por la OPS y la OMS como uno de los primeros países de Latinoamérica en erradicar el ciclo de rabia.

Esta enfermedad es prevenible mediante las vacunas, pero una vez que se ha adquirido y llega al sistema nervioso central ya es 100% incurable y mortal.

No se debe dejar de vacunar a los perros, ya que este virus sigue presente en la vida silvestre.

 

Con información del Dr. Andrés Velasco Villa, Químico bacteriólogo y parasitólogo, Mtro. en Microbiología y Dr. en Ciencias biomédicas. Investigador de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos. Recuperado del programa +Salud Radio FacMed:

Día Internacional de la Criminalística

Día Internacional de la Criminalística

Nota: Guadalupe Lugo Ilustración: Gabriel Espinosa

  • Tenemos muchas carencias en México, tanto humanas como de infraestructura.

En un país como el nuestro, convulsionado por la criminalidad, es crucial e importante el trabajo que realizan los profesionales que se dedican a la investigación de los hechos, desde el punto de vista científico y técnico, como los criminalistas en conjunto con otras ciencias forenses. De ellos depende en gran medida que se dicte una sentencia justa y apegada a la verdad de los hechos. La justicia la imparten los jueces y la construyen los fiscales y abogados defensores, además de los científicos y técnicos forenses que colaboran con ellos, para ayudarles a acercarse a esa verdad que todos buscamos como un derecho vinculado a la justicia. La criminalística –disciplina que constituyen a las ciencias forenses–, es la aplicación del análisis técnico para la resolución de hechos. Ahí podría entrar el análisis de un siniestro vial, el cual parte del estudio del lugar de los hechos y nos proporciona diversos elementos técnicos y científicos para analizar el delito, al delincuente y a la víctima. De acuerdo con la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Colima, la criminalística es la ciencia en la que se aplican conocimientos, métodos y técnicas de investigación científica de las ciencias naturales para el examen del material sensible significativo, relacionado con un presunto hecho delictivo para determinar su existencia, reconstruirlo, señalar y precisar la intervención de uno o varios sujetos en el mismo. La criminalística es una de las ciencias forenses en la que se instruye a los estudiantes de la carrera de Ciencia Forense de la UNAM, donde se forman profesionales con una visión multidisciplinaria que abarca no sólo el área de la criminalística, sino también la investigación científica y las humanidades, vinculadas con la averiguación de los hechos. Algunas de las disciplinas que los científicos forenses abordan durante su formación en la UNAM son Criminalística, Biología Celular, Bioquímica; Química, Toxicología y Odontología Forense; Victimología, Derecho Penal y Teoría del Derecho, Bioética y Deontología Forense, Grafoscopía y Documentoscopía. Entonces, la Ciencia Forense es el concurso de técnicas y ciencias cuyas dimensiones están vinculadas al mundo jurídico-judicial, es algo más complejo que la criminalística, es el todo, el bagaje que da solidez al trabajo técnico-científico del investigador. En 2013, cuando la UNAM integró a su oferta académica la opción de Ciencia Forense, no existía en el país otra carrera semejante, la UNAM es pionera en la creación de una profesión con este perfil que proporciona a los estudiantes una formación integral y cuya función es cercana al Ministerio Público, al juez y a la autoridad que sea competente, a quienes les aportará los resultados del proceso de investigación. Por tratarse de una licenciatura de ingreso indirecto, cada año, desde 2014, se incorporan a la carrera de Ciencia Forense de la UNAM 36 de alrededor de  200 jóvenes que solicitan ingresar a esa licenciatura. Para formar parte de esta carrera los interesados deben haber sido aceptados, en primera instancia, en las facultades de Medicina, Química, Ciencias, Derecho, Filosofía y Psicología, una vez inscritos en dichas carreras, deben realizar un examen de ingreso, una prueba psicológica y una entrevista personalizada. Después de ese proceso de selección, el Comité Académico de la licenciatura elige a 36 personas. A la fecha han egresado 160 científicos forenses, 73 de los cuales se han titulado. Ellos tienen la capacidad de desarrollarse profesionalmente en los servicios periciales de organismos de procuración e impartición de justicia en el país; en los organismos de defensa de los derechos humanos, de defensoría pública, de atención a víctimas, de búsqueda de personas, tanto en el área gubernamental como en la ciudadana. También pueden desempeñarse en instituciones educativas y de investigación, aportando y generando nuevos conocimientos en las disciplinas forenses. Además, en organismos no gubernamentales, aseguradoras y en la iniciativa privada. Los criminalistas son de larga data, es decir, existen desde hace más de un siglo, cuando comenzaron a emplearse los conocimientos científicos y técnicos de manera formal, para investigar delitos e identificar personas. Estos especialistas deben contar con conocimientos múltiples, como es la Física, por ejemplo, para comprender la trayectoria de proyectiles –lo que se aplica en los dictámenes en materia de balística una disciplina de la criminalística–, o bien de química para estudiar huellas de sangre o analizar sustancias. Antes de que se analice un indicio en laboratorio se requiere en primer término al criminalista, quien identifica trazas de alguna huella biológica como un cabello, piel, saliva, semen u otro fluido que se considere relevante. Participación del científico forense Se ha evidenciado que en los últimos años los servicios forenses tienen carencias de infraestructura y de especialistas. Son muchos los cadáveres que ingresan a los servicios forenses y se van acumulando, ello no solo representa una carga de trabajo, también de almacenamiento. En el país se han realizado diversos esfuerzos para establecer servicios periciales oficiales que cuenten con el personal especializado necesario. Sin embargo, la formación de profesionales forenses y su empleo no es la suficiente, lo que sumado a la carencia de incentivos para que un profesional quiera dedicarse a esta actividad, conduce a una crisis de disponibilidad de personal profesional suficiente y entrenado. Desde hace ocho años la UNAM forma científicos forenses, y hoy se cuenta con egresados que coparticipan con los equipos de identificación de personas, su formación multidisciplinaria también les permite participar en los equipos de búsqueda de personas. Nuestros egresados son personas con la ilusión y la esperanza de que su trabajo sea verdaderamente efectivo y eficiente en el sistema de justicia. El Día del Criminalista se instituyó el 1 de septiembre de 1891 para recordar el uso oficial del método dactiloscópico creado por el criminalista argentino Juan Vucetich, quien logró implementarlo en esa fecha como un método para la individualización de personas mediante las impresiones dactilares. Con información de la Doctora Zoraida García Castillo, Coordinadora de la Licenciatura en Ciencia Forense, Facultad de Medicina de la UNAM.   .

La gripe española, la gran pandemia del siglo XX

La gripe española, la gran pandemia del siglo XX

Quien no conoce la historia está condenado a repetirla

En plena Revolución Mexicana ocurrió la primera pandemia del siglo XX, la influenza de 1918, que provocó la muerte de 50 millones de personas, superando la letalidad de la Primera Guerra Mundial, que había causado 10 millones de decesos. A diferencia de los pasados brotes que afectaron a infantes y adultos ancianos, en esta ocasión la prevalencia se situó en los adultos jóvenes aparentemente sanos.

Se originó en los Estados Unidos de América y no en España como se suele creer, el 11 de marzo de 1918, cuando el soldado Albert Gitchell mostró signos de fiebre, tos y dolor de cabeza que parecía una simple gripa. Esa misma noche se registraron 107 enfermos en el fuerte y al final de la semana 522 personas presentaban los mismos síntomas. En 10 meses se llevó a la tumba de 20 a 40 millones de personas en el mundo.

Se conoció como “gripe española” porque los periódicos de este país fueron de los pocos que dieron la alarma con prontitud, lo cual dio pie a que muchos pensaran que la enfermedad se había originado allí. Mientras que en los países combatientes en la Primera Guerra Mundial se censuraba la noticia en la prensa, tratando de evitar el desánimo de las tropas y de las poblaciones.

En México

En nuestro país los primeros casos se empezaron a reportar en octubre, atacando los estados del norte, y para el día 8 del mismo mes, en el área de Laredo, Texas y Tamaulipas se calculaban 12 mil enfermos. Igual que en Estados Unidos las primeras víctimas fueron soldados.

La prensa nacional daba reportes en ocasiones alarmantes de la situación, siendo crítica con el gobierno en turno, descalificando las pocas medidas tempranas para el cierre oportuno de escuelas, iglesias y lugares concurridos, así como la necesidad de la vigilancia sanitaria correspondiente.

Medidas establecidas

En México se giró a los gobernadores un aviso de prevención y curación contra la influenza. En las Breves y elementales recomendaciones para combatir y atenuar los estragos de la influenza se anotan las siguientes indicaciones:

  1. Aseo personal más riguroso y desinfección especial de la boca y nariz con soluciones antisépticas débiles: ácido bórico al 5 por ciento, ácido fénico al medio por ciento, solución de agua oxigenada o solamente con un cocimiento ligero de hojas de eucaliptus.
  2. Aseo de las habitaciones, regándolas con soluciones antisépticas de ácido fénico, creolina, sulfato de cobre, bicloruro de mercurio o cocimiento de hojas de eucaliptus. 
  3. Aseo, barrido y riego de patios, corrales, talleres y salones de espectáculos públicos, templos y cines, así como la parte correspondiente a la vía pública, con soluciones antisépticas más fuertes, si fuese posible, y sino, con agua simple en abundancia. 
  4. Aislamiento inmediato del enfermo, asistiéndose por el menor número posible de personas y desinfección de sus ropas, ropas de cama, etc., por la ebullición o sea en agua hirviendo.
  5. Preventivos o profilácticos. El de mayor aceptación y que se juzga más eficaz es el sulfuro de calcio, a la dosis de cinco o seis gránulos de un centígramo, en tres dosis, mañana, tarde y noche. Recomiéndase así mismo la limonada… una vez al día como preventivo, y tres veces o constantemente a los ya atacados por la epidemia. 
  6. Tratamiento curativo de casos benignos.- Reclusión inmediata del paciente en sus habitaciones, evitar enfriamientos, temperatura uniforme, pero ventilación conveniente de su pieza. Alimentación sana y poca. Para la calentura que siempre acompaña a esta afección, recomiéndase la administración de cápsulas de 12 centigramos de quinina y 20 centigramos de aspirina, cada dos o tres horas[…] Si hubiese tos, pueden administrarse unos papelillos de diez centigramos de polvo de Dower y 20 centigramos de benzoato de sosa, uno cada hora, cada dos o cada tres, según la intensidad de la tos, si sobrevinieron hemorragias por la nariz o por la boca, suministrarse media cucharadita de extracto fluído de Ergotina de Erba, tres veces al día. 
  7. La esencia de canela, que en realidad, goza de propiedades antisépticas marcadas, también se ha publicado últimamente como preventivo, y acaso sea útil en los enfermos a las dosis de 15 gotas vertidas en una onza pulverizada, en una sola vez, disuelta en agua. El uso inmoderado de las tabletas de bromoquinina, es perjudicial. Se prohíbe en absoluto el uso de bebidas alcohólicas.

La mayoría de estas recomendaciones no fueron puestas en práctica por los grupos de población empobrecidos; es decir, la desinfección de las prendas y de las ropas de cama, la compra de medicamentos, la alimentación sana, y la ocupación exclusiva de una habitación para cada enfermo, eran hábitos de la sociedad acomodada.

Conforme avanzó el contagio el acceso a las medicinas empeoró. Para mediados de octubre las droguerías de la capital dejaron de vender medicamentos al por mayor, solo vendían cantidades pequeñas y a precios elevados.

Oficialmente se declararon 7 mil 375 muertes relacionadas con la influenza en la Ciudad de México, que tenía una población de 906 mil 63 habitantes en 1918, pero los diarios reportaban de 150 a 200 muertes al día, lo que daría un estimado de 6 mil muertes al mes.

Es preciso mencionar que en esta década nuestro país, debido a conflictos armados, tenía una inestabilidad política, al grado que los servicios de salud estaban comprometidos, estimándose al menos 300 mil muertos por este virus

Conocer nuestra historia nos permite reflexionar cómo debemos actuar ante un futuro incierto y analizar cómo contribuir a la planeación de las políticas en salud considerando que las pandemias son eventos impredecibles y recurrentes.

Referencia:

Sandoval Gutierrez, (2021, mayo 21). 1918 pandemia de influenza en México. La gran pandemia del siglo XX, Revista de la Facultad de Medicina de la UNAM. Recuperado de https://bit.ly/3AlSh5C 

Netzahualcoyotzi MM. La Influenza de 1918 en Tlaxcala: mortandad y efectos sociales.. Bol Mex His Fil Med. 2003;6(1):23-31. Recuperado de https://www.medigraphic.com/pdfs/bmhfm/hf-2003/hf031e.pdf 

Murillo GG. Recordando a la gripe española. Med Int Mex 2011;27(5):463-466. Recuperado de https://www.medigraphic.com/pdfs/medintmex/mim-2011/mim115h.pdf 

 

.