La pérdida de la memoria es parte del proceso del envejecimiento, pero hasta qué punto esto puede ser normal. Cuando existe un evidente deterioro de facultades y capacidad de memoria podríamos estar hablando de un deterioro cognitivo leve.
Quienes lo padecen comienzan como una queja subjetiva de memoria, es decir, empiezan a olvidar cosas rutinarias como ¿dónde dejé las llaves? o ¿dónde estacioné el auto?
En México se estima que existe de un 12 a 14 porciento de personas, de más de 60 años, con este padecimiento.En caso de que el problema continuara evolucionando, puede llegar a una demencia, en donde además de la pérdida de memoria, se comenzará a tener problemas con otras facultades como la de independencia, en donde ya no se pueden llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria como el aseo personal, comer por sí mismo o ir al baño. Aunque esto suele ser un proceso, no todas las personas que tienen deterioro cognitivo leve llegan a una demencia, ni todas las personas que tienen demencia pasaron por un deterioro cognitivo leve.
Para prevenirlo es importante mantener una alta reserva cognitiva, es decir, las personas que han tenido más actividad intelectual durante su vida, han leído, tienen capacidad de resolver problemas, juegan ajedrez, tocan un instrumento, bailan o hablan dos idiomas, disminuyen por mucho las probabilidades de padecerla.
Otros de los factores de suma importancia son la alimentación y el deporte. Una dieta rica en antioxidantes, ácido omega 3, omega 6, DHA, así como una actividad física constante protegerán del deterioro cognitivo. Por el contrario, la depresión, el aislamiento social y la hipertensión, fomentarán su desarrollo.
Con información del Dr. Antonio Villa Romero / División de Investigación Facultad de Medicina / avilla@unam.mx