Anteriormente el Daltonismo estaba considerado como una enfermedad, sin embargo, su concepto ha sido modificado a lo largo del tiempo. Se trata de una diferencia genética en la percepción del ojo humano a los colores y fue descrita por John Dalton en 1798.

 

¿Cómo ocurre?

La retina es la capa fotosensible que permite que se haga la traducción desde la captura de la imagen al pasar a través del nervio óptico para procesarse en la corteza visual, cuenta con una concentración de foto receptores en la mácula, los cuales se encargan de la identificación del color. Se han detectado tres foto-receptores: los colores verde, rojo y azul, de los cuales, alguno resulta estar alterado cuando se vive con daltonismo.

Se dice que los colores son la absorción de la luz de los objetos que la reflejan. Todos somos capaces de distinguir los colores de acuerdo al aprendizaje que vamos teniendo a lo largo de la vida, desde pequeños, aprendemos a asociarlos, incluso de manera emotiva, por esta razón no se habla de una enfermedad propiamente, sino de una diferencia genética.

Existen dos niveles de daltonismo, el primario, que es aquel con el que ya se nace, las mujeres son portadoras de esta diferencia genética, sin embargo, son los hombres quienes por nacimiento lo manifiestan; y el secundario o adquirido, éste es el que se deriva a causa de algún padecimiento ocular y pueden padecerlo tanto hombres como mujeres, siendo resultado de lesiones, enfermedades como glaucoma, catarata, alto grado de astigmatismo, inflamación del nervio óptico, diabetes, síndrome metabólico, terapia de láser en retina, entre otras causas.

Se identifica desde la temprana edad, ya que los niños con daltonismo no atienden de igual manera las instrucciones de los profesores cuando se les da alguna instrucción que implica el uso de los colores. La prueba de diagnóstico más utilizada es el uso de las cartillas de Ishihara que consisten en la formación de un número conformado por pequeños circulitos de ciertos colores, las personas con daltonismo pueden ver un número distinto a las personas que no lo tienen. Estas cartillas están especialmente diseñadas para medir el grado y cuál es el foto receptor que está alterado (verde, rojo o azul).

El daltonismo no es un peligro para la vida, las personas con esta diferencia genética pueden hacer sus actividades cotidianas completamente normal y el tratamiento a seguir debe ser multidisciplinario, con una formación que incluya las normas básicas de supervivencia, por ejemplo, cuando se trata del uso del semáforo.

 

 

Con información de la Dra. Adriana Hernández, Oftalmóloga, Coordinadora de Investigación del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina.