El sistema circulatorio transporta y distribuye oxígeno y nutrientes esenciales a los tejidos y elimina los productos de desecho de los mismos, además de participar en la regulación de la temperatura corporal a través de la constricción y dilatación de los vasos sanguíneos.

La principal función de la piel es mantener un entorno interno constante y proteger al cuerpo de los cambios adversos. La temperatura ambiental es una de las variables externas más importantes con las que debe competir el organismo. La exposición al frío causa que los vasos sanguíneos de la piel se contraigan, sobre todo en las manos y en los pies, disminuyendo el paso de sangre hacia la punta de los dedos y causando un cambio en la coloración de la piel, la cual se torna más pálida y/o moteada.

Los dedos de manos y pies de algunos individuos resultan muy sensibles al frío. Cuando se produce exposición al mismo, los vasos sanguíneos de los dedos se contraen, provocando una coloración blanquecina que se puede asociar a hormigueo o hasta dolor. Después de aparecer este blanqueamiento, se presenta un color azul oscuro en la piel (llamado cianosis) y, posteriormente enrojecimiento cuando desaparece el espasmo de las arterias y la sangre vuelve a fluir libremente. Esto se denomina Fenómeno de Raynaud, el cual en algunas personas también se puede presentar cuando hay gran tensión emocional (nervios, preocupación, ansiedad).

Los cambios de coloración suelen estar bien delimitados y se confinan a los dedos de manos o pies. Típicamente uno o más dedos tendrán aspecto blanquecino cuando hay exposición a un entorno u objeto frío.

Existen dos tipos de fenómenos de Raynaud:

Primario

Este término se aplica cuando se han descartado otras causas de fenómeno de Raynaud secundario. Se debe a una respuesta exagerada frente al frío o un estrés emocional y afecta al 3 – 5% de la población total, las mujeres se afectan casi cinco veces más que los varones y la edad de presentación suele ser entre los 20 y 40 años de edad. Los dedos de las manos se afectan más a menudo que los dedos de los pies. Los episodios iniciales pueden afectar sólo uno o dos dedos al nivel de las puntas, pero los ataques subsiguientes pueden afectar todo el dedo e incluir todos los dedos de las manos. Los dedos de los pies se afectan en 40% de los pacientes, ya sea en conjunto con síntomas de las manos o de forma aislada; rara vez se afectan los pabellones auriculares, los labios, la punta de la nariz y el pene.

Secundario

Este fenómeno ocurre en asociación con enfermedades como esclerosis sistémica (esclerodermia), lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis, arteroesclerosis en varones mayores de 50 años de edad, síndrome de compresión del estrecho torácico superior o algunas discrasias sanguíneas; también ocurre en pacientes cuyas actividades laborales requieren el uso de herramientas de mano que vibran como sierras eléctricas o martillos neumáticos, pianistas y operadores de teclados; o por el uso de algunos fármacos como derivados de la ergotamina, metisergida, antagonistas de los receptores adrenérgicos B y quimioterapéuticos como bleomicina, vinblastina, cisplatino y gemcitabina.

La mayor parte de los pacientes con fenómeno de Raynaud experimenta episodios leves y poco frecuentes, para evitarlo puede utilizar ropa térmica (incluyendo guantes) y evitar la exposición innecesaria al frío. Además es recomendable evitar el consumo de tabaco.

La evolución del fenómeno de Raynaud suele ser benigno, pero cuando es duradero se asocia a riesgos de atrofia en la piel, los tejidos celulares subcutáneos y los músculos. La ulceración y la gangrena isquémica son raras.

Referencias

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Kumar, V., Abbas, A. K., Fausto, N., & Aster, J. C. (2010). Robbins y Cotran. Patología estructural y funcional(Octava ed.). Barcelona: ElSevier.

Con información de: Itzel Texta Palomeque, MPSS de la Facultad de Medicina UNAM