El chocolate ha sido una golosina y alimento muy disfrutado a nivel mundial durante mucho tiempo, por lo que se ha comercializado en distintos tipos de productos que provienen del cacao. Las semillas de cacao son molidas y dan como resultado un polvo completamente natural y sin aditamentos. La cocoa es, por su parte, un ingrediente compuesto, procesado y refinado que sirve para elaborar barras, pasteles y cremas untables.

El chocolate es, finalmente, un producto hecho a base de un porcentaje de extracto puro de cacao, mantequilla de cacao, azúcar y leche.

En 1944, el doctor estadounidense Benjamin H. Kean publicó que los indios Kuna de Panamá casi no presentaban casos de hipertensión, lo cual se asociaba al gran consumo de cacao como parte de su dieta. A partir de entonces se sabe que el chocolate contiene diversos activos biológicos con grandes propiedades antioxidantes, anticancerígenas y que fortalecen al corazón, también contiene otras sustancias que se encargan de reducir la absorción del colesterol; así como fibra, potasio y cobre.

Para que un chocolate sea verdaderamente sano y proporcione sus mayores beneficios a la salud, debe ser totalmente oscuro o también llamado amargo, es decir, debe contener la menor cantidad posible de leche y azúcar. De esta manera será mayor el porcentaje de cacao, que al menos debe ser del 70%. Los chocolates dulces, con leche o blancos, en realidad no aportan beneficios a la salud, su composición es mayormente de azúcar y grasa.

Diversos estudios han demostrado que el consumo del chocolate negro o amargo previene la hipertensión arterial, disminuye la posibilidad de formar placas de grasa en las arterias, así como la elevación de colesterol y triglicéridos, también ayuda a prevenir enfermedades del corazón y diabetes. Su consumo diario ha demostrado una ligera disminución en la presión arterial que resulta muy significativa a corto plazo.

Se han reportado efectos positivos con el consumo diario desde 13.5 a 200 gramos de chocolate negro, una barra estándar es de 40 gramos en promedio.

Sin duda, el chocolate amargo tiene un gran impacto positivo en la salud del ser humano, especialmente al prevenir la hipertensión, enfermedad silenciosa que puede ser mortal.

 

 

Con información de la Dra. Mónica Montserrat Ancira Moreno, Investigadora y docente de la Facultad de Medicina, UNAM.