Un esguince es una lesión traumática en los ligamentos, por estiramiento o desgarro de sus fibras que puede provocar dolor, inflamación, hematoma y edema. La duración y gravedad de los síntomas varía según el grado de la lesión, que dependerá del porcentaje de espesor del ligamento que esté afectado.
El esguince de tobillo es una de las lesiones músculo esqueléticas más frecuentes en los servicios de urgencias tanto para la población general como en deportistas, reportando hasta el 30% de las lesiones deportivas.
El mecanismo de lesión más común es el de flexión más inversión, éste ocurre cuando el pie se dobla hacia adentro, por ello, los ligamentos más afectados son los laterales. Con menor frecuencia pueden ocurrir lesiones en los ligamentos mediales cuando nuestro pie, por el contrario, se dobla hacia afuera.
¿Sabías que inmovilizar un tobillo que no lo necesite o inmovilizarlo más del tiempo requerido para su curación puede retrasar su rehabilitación? ¡Es por eso que debes acudir con un fisioterapeuta para una correcta valoración y tratamiento!
Clasificación
Se clasifica en tres grados según sea el daño del tejido, la inestabilidad articular y la pérdida de función del tobillo.
Grado 1 (leve):
-Estiramiento de las fibras ligamentosas
-Dolor localizado en un punto
-Poca limitación de movimiento
-No hay inestabilidad articular puede soportar peso
Grado 2 (moderado):
-Desgarro parcial de las fibras ligamentosas
-Dolor puntual y difuso en el pie
-Limitación moderada del movimiento
-Marcha antiálgica (cojear)
-Inestabilidad articular de ligera a moderada
-Dolor al apoyar
Grado 3 (grave):
-Desgarro considerable de las fibras ligamentosas
-Dolor intenso puntual y difuso
-Limitación grave del movimiento
-Inestabilidad articular grave
-Apoyo imposible sin un sistema auxiliar como muletas o bastón
Tratamiento general de fisioterapia para esguince de tobillo
Según el grado de lesión los objetivos y el tratamiento de fisioterapia son:
- Proteger el área para evitar agravar la lesión.
- Disminuir el dolor y la inflamación en la etapa aguda con Crioterapia (Frío), Reposo, Compresión y Elevación.
- Restablecer la amplitud de movimiento.
- Aumentar fuerza, resistencia y potencialización muscular del tobillo.
- Proporcionar propiocepción, coordinación y agilidad al tobillo.
- Restablecer las habilidades funcionales y deportivas.
- Estirar la musculatura para brindar elasticidad muscular.
- Utilización de agentes físicos como Ultrasonido, Electroterapia analgésica, Termoterapia y técnicas de vendaje funcional.
Fuentes: Seco, J.. (2016). Fisioterapia en Especialidades Clínicas. España: Panamericana. Brotzman, B & Manske, R.. (2012). Rehabilitación ortopédica clínica, un enfoque basado en la evidencia. España: ELSEVIER
Colaboración de Claudia Ivonne García Dávila y Paola García González, pasantes de servicio social de la Lic. en fisioterapia de la Facultad de Medicina, UNAM.
Revisado por Yosimar Cruz Flores, Fisioterapeuta de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) y Académico de la Facultad de Medicina, UNAM.