Nota: Erick Cortés
Ilustración: Mariel Kaplun

La salud materna se logra cuando se tienen los cuidados adecuados durante la maternidad, un periodo que dura aproximadamente mil días y que comprende desde la concepción y la gestación, hasta el último día de la lactancia. Uno de los principales aspectos que se debe cuidar es la alimentación.

En los últimos años se ha duplicado la incidencia de obesidad en las mujeres durante el embarazo (la prevalencia incrementó del 16 por ciento al 30 por ciento). Pero al mismo tiempo se ha incrementado el número de casos de anemia (22 por ciento). Aunque pueden parecer estadísticas contradictorias, muchas de las mujeres encinta que presentaron anemia también tenían sobrepeso, por lo cual, se hace evidente que el problema obedece a la calidad de la nutrición.

Una mala alimentación tiene repercusiones maternas y fetales. En el caso de la madre, una ingesta excesiva de carbohidratos incrementa los riesgos de diabetes gestacional o preeclampsia (enfermedad hipertensiva). Mientras que una desnutrición puede causar abortos espontáneos y partos prematuros.

Aunque es común escuchar que una mujer embarazada debe comer por dos, lo cierto es que duplicar las raciones de comida incrementa las complicaciones asociadas al sobrepeso. Lo más recomendable es que la madre lleve un control médico de su peso y su nutrición con un especialista que le guíe e indique las cantidades, los alimentos y los suplementos adecuados que debe consumir para evitar el exceso y el déficit de nutrientes.

¿Hay algo que no se pueda ingerir durante el embarazo?

Muchas personas creen que el café no debe ser consumido durante el embarazo, aunque en realidad no se ha reportado una incidencia de afecciones en el desarrollo fetal ni se han observado complicaciones asociadas a su ingesta. No obstante, una sobredosis de cafeína sí puede generar reacciones indeseadas que puedan poner en riesgo la salud de la madre, sobre todo si se presenta insomnio o hipertensión. Por lo cual, se recomienda que la madre beba café con moderación.

Por el contrario, el alcohol sí debe evitarse por completo durante el embarazo. El Síndrome del Feto Alcohólico es una afección que causa alteraciones en el desarrollo del producto, tanto en la formación de la estructura del feto, como en el desarrollo cognitivo, lo cual repercute en los logros y en el desarrollo intelectual del infante.

Los estudios no han dejado claro qué cantidad es segura consumir, por lo cual, el consejo de la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia es evitar la ingesta de alcohol durante el embarazo.

Además de evitar el alcohol y llevar una buena alimentación, el ejercicio es fundamental para mantener la salud. Por lo tanto, durante el embarazo se recomienda tener actividad física, pero esta debe limitarse a los ejercicios que fomenten la movilidad de la madre, es decir, caminata, estiramientos y yoga para mujeres embarazadas. Deben evitarse los esfuerzos y los movimientos bruscos.

Para mantener la salud materna, es recomendable que la madre acuda regularmente con varios especialistas de la salud para tener la mejor guía de cuidados durante su embarazo.

Referencia

Con información del Dr. Gerardo Reyes Díaz, médico especialista en Reproducción, Ginecología y Obstetricia.

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