En algunas ocasiones podemos tener alguna predisposición genética. Sin embargo, tenemos mayor probabilidad de sufrir un infarto cuando nuestro nivel de colesterol es alto y no llevamos a cabo un estilo de vida saludable.

El corazón se divide en cuatro cámaras o también llamados ventrículos que se comunican entre ellos por válvulas. Su función consiste en bombear la sangre para que llegue a todos los demás órganos a través de venas, vasos y arterias. La sangre es como el combustible que transporta oxígeno y glucosa a ellos.

Cuando excedemos nuestro consumo de grasas malas y azúcares o carbohidratos, se va acumulando sarro en las paredes de las arterias, como en una tubería; nuestro cuerpo identifica este sarro compuesto por colesterol y calcio como una sustancia tóxica, entonces los anticuerpos reaccionan encapsulándola. Si esta cápsula llega a tapar el paso de una arteria cercana al corazón o llega a romperse y esa sustancia se libera nuevamente al torrente sanguíneo, las plaquetas actúan inmediatamente para volver a tapar esa deliberación generando coágulos o trombos. Al taparse el paso de alguna arteria importante o el paso entre los ventrículos del corazón, éste deja de recibir y bombear la sangre al resto del cuerpo y es el momento en que ocurre un infarto.

La prevención radica en lo que comemos y en el estilo de vida que llevamos, los alimentos fritos, embutidos, procesados o congelados para horno de microondas y aquellos que son saturados en azúcares como los jugos con conservadores y refrescos, además de ser en su mayoría cancerígenos, son los alimentos que menor aporte nutrimental nos provee. Son muy dañinos para el corazón, ya que sus grasas y azúcares acumulan colesterol y calcio en nuestras arterias, esto a su vez puede llegar a cerrar el paso de la sangre que bombea el corazón generando un infarto.

Nuestra dieta ideal para evitar problemas cardiovasculares es como la del estilo mediterránea, baja en carne y grasas, alta en verduras, semillas y leguminosas, también debemos optar por una actividad física que nos permita quemar saludablemente las calorías que ingerimos y haga trabajar a nuestro corazón para darle una buena condición. También debemos acudir a consulta médica de manera periódica con los estudios de sangre pertinentes para prevenir cualquier eventualidad como esta.

 

 Con información del Dr. Álvaro Contreras Villaseñor, Médico Adscrito de Hemodinamia del Centro Médico «Siglo XXI».