Cuando nuestro cuerpo tiene una deficiente incorporación de nutrimentos (que encontramos en los alimentos sanos) para todas nuestras células, se origina una desnutrición, que se presenta en diversos grados de intensidad, principalmente durante la niñez y se clasifica principalmente en dos tipos:
Marasmo: Es una desnutrición energética–calórica, su evolución es crónica y el peso es notablemente disminuido. La apariencia de los niños que presentan este tipo de desnutrición es demasiado delgada, la masa muscular es excesivamente deficiente, se marcan los huesos por debajo de la piel, tienen aspecto de viejito y los órganos no se desarrollan adecuadamente. La recuperación es muy prolongada.
Kwashiorkor: Esta desnutrición a diferencia de la anterior, es energético–proteica, su manifestación y evolución son agudas, el peso es ligeramente disminuido o en numerosos casos es normal debido a que su apariencia es hinchada, hay presencia de grasa, la cara tiende a ser redonda, sobre todo en las mejillas, sin embargo, la piel desarrolla irritación grasosa o llamada dermatitis seborreica y en algunas partes se puede notar con mucha resequedad, presentan palidez en la parte interior de los párpados inferiores; los dientes muestran desgaste, erosión del esmalte y presentan caries, también puede haber una despigmentación difusa en la piel. La recuperación puede ser breve.
En ambos casos, el cabello se despigmenta, se vuelve muy seco, fino, opaco, en algunas zonas se ve más oscuro y en otras se ve con tonos pálidos y hay alopecia ya que se desprende muy fácilmente. Existe un retraso en el desarrollo psicomotor, hay apatía, irritabilidad, baja producción de ácido clorhídrico, la movilidad intestinal es deficiente, así como la absorción de nutrientes cuando se administran grandes cantidades de comida. El cuerpo entra fácilmente en estado de hipotermia en ambientes fríos e hipertermia en ambientes calurosos.
Cabe señalar que, en varios casos puede darse un tipo de desnutrición mixta, llamada Kwashiorkor marasmático.
Fuentes: