El acné es una obstrucción de sebo y ácidos grasos en la glándula sebácea de los folículos pilosos, o lo que también llamamos “poros”. Cuando se están formando estas grasas sufren una descomposición, se solidifican y generan la obstrucción.
Existen tres tipos de lesiones por acné, las primeras son no inflamatorias como los comedones o también conocidas como espinillas, puntos blancos y puntos negros; las segundas son las inflamatorias como las pápulas, pústulas y abscesos, éstas pueden llegar a generar infecciones si no son tratadas oportunamente.
Por último están las lesiones por secuelas después de presentar un cuadro de acné, que pueden ser manchas o cicatrices, éstas últimas son muy difíciles de quitar a diferencia de las primeras.
Es importante señalar que el acné se produce principalmente por el comportamiento hormonal y el estrés; no puede prevenirse o evitarse, solo se puede tratar con una limpieza diaria por las mañanas y por las noches, así como con el uso de medicamentos y sustancias dermatológicas prescritas por un especialista. Por lo que conviene tener una higiene constante.
Con información del Dr. Leonel Fierro Arias, Cirujano Oncodermatólogo, profesor de Alta Especialidad en la UNAM, Médico adscrito en el Hospital General de México, leofierro@yahoo.com