¿De qué murió José Alfredo Jimenez?

¿De qué murió José Alfredo Jimenez?

 

La cirrosis hepática en sus etapas iniciales no presenta síntomas en la mayoría de las personas, por lo que no se busca atención médica oportunamente.

La producción musical de este guanajuatense es sin duda un tesoro de la cultura popular mexicana, reflejo de su realidad y folklore de nuestro país. Se cree que compuso más de mil canciones y participó en varias películas.

¿Quién no ha cantado Serenata huasteca o Paloma querida a la voz del mariachi? Jorge Negrete, Pedro Infante, Chavela Vargas, Lucha Villa, Javier Solís, Vicente Fernández, Juan Gabriel y Luis Miguel, son sólo algunos de los famosos que han interpretado sus melodías.

Considerado por muchos como el mejor cantautor de música ranchera, José Alfredo Jiménez murió a los 47 años el 23 de noviembre de 1973, trascendiendo internacionalmente y a través del tiempo como un emblema para las y los mexicanos.

Y morir en tus brazos es mi ilusión…

La causa de su muerte fue la cirrosis hepática, que ya padecía desde años atrás. Se trata de una etapa avanzada de cualquier enfermedad crónica del hígado, como el daño hepático progresivo inducido por alcohol, infecciones virales crónicas como la de hepatitis C, y el hígado graso de origen metabólico.

Tómate esta botella conmigo y en el último trago nos vamos…

La principal causa de cirrosis es la provocada por el consumo nocivo de bebidas alcohólicas. En la actualidad, se sabe que la cantidad de consumo que no representa un riesgo para la salud es de hasta dos bebidas estándares al día para las mujeres y tres para los hombres. Aquellas personas que superan estos límites de forma constante están ocasionando un daño progresivo que conlleva a la cirrosis. Por otro lado, la cirrosis generada por alguna infección viral crónica puede ser ocasionada principalmente por hepatitis B o C. Algunos de los factores de riesgo son el haber recibido una transfusión antes de 1994 con cualquier componente sanguíneo, usar drogas inyectadas y tener conductas sexuales de riesgo.

Aquella producida por hígado graso de origen metabólico es un problema actual importante de salud pública, ya que ha incrementado. Está asociada al síndrome metabólico, es decir, se relaciona a problemas de sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus.

Si yo no te causo penas, no quiero que me las des…

Existen dos etapas en la cirrosis: la fase compensada, donde pueden no presentarse síntomas, y la descompensada, en la cual, derivada del mal funcionamiento del hígado, comienzan a presentarse síntomas como várices en el esófago, que se manifiestan como sangrados digestivos; acumulación de líquido en el abdomen, llamado ascitis; trastorno neurológico, denominado encefalopatía hepática; y la presencia de color amarillento en los ojos, entre otros.

Y vengo aquí nomás a recordar…

Desafortunadamente los problemas hepáticos son una de las principales causas de mortalidad tanto en hombres como en mujeres en nuestro país, sin embargo, esta enfermedad es prevenible si tan sólo se contempla un consumo no nocivo de alcohol, una dieta adecuada acompañada de ejercicio y la identificación temprana de personas con hepatitis C.

Sabiendo que nacimos para morir iguales…

Se dice que en la última etapa de su enfermedad, José Alfredo Jiménez sufrió una gran agonía. Fue sepultado en el panteón de Dolores Hidalgo de su estado natal, en donde se colocó un mausoleo llamado Sarape y sombrero, donde se encuentran los nombres de sus principales canciones. Sin duda este cantautor dejó como legado un repertorio musical que a más de uno le ha servido como herramienta de sentimientos y emociones guardadas. Sin importar la época o el lugar, José Alfredo Jiménez sigue siendo El Rey.

 

Con información del Doctor Ernesto Márquez Guillén, adscrito al Departamento de Gastroenterología-Clínica de Hígado y Trasplante Hepático del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

 

 

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Sufrimiento, padecer y dolor: Surrealismo en Remedios Varo

Sufrimiento, padecer y dolor: Surrealismo en Remedios Varo

 

 

Infografía Surrealismo Remedios Varo

Nota: Pamela Gómez
Ilustración: Elvia Hernández

“Uranga” fue el seudónimo de la artista que realizó por un tiempo la publicidad de los productos de Bayer, que en realidad se trataba de la gran pintora Remedios Varo, que en esta etapa pictórica logró conjuntar el arte y la Medicina a través del surrealismo.

A finales de la primera mitad del siglo xx, la Casa Farmacéutica Bayer pidió que se hicieran una serie de carteles que, años más tarde, formarían parte de las grandes obras de la pintora española Remedios Varo. Este acervo tan específico, comprende aproximadamente más de 30 obras que publicitaron a la farmacéutica y que posteriormente serían compendiados en el libro, Cinco llaves del mundo secreto de Remedios Varo, a instancias de la farmacéutica y el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Este trabajo es un reflejo de la condición humana durante la enfermedad, que en realidad no publicita un producto farmacéutico, como alquímica panacea para eliminar el dolor, sino que inevitablemente muestra la sensibilidad humana y artística, ya que se visualiza a la propia Remedios Varo expresando ampliamente el sentir humano de quien está padeciendo dolor, independientemente de la enfermedad que se trate.

En la obra “Dolor Reumático I”, logra narrar implícitamente el encadenamiento y resignación causados por el dolor que provoca esta enfermedad, como padecimiento crónico potencialmente incapacitante. En “Dolor Reumático II”, lo representa como un desgarre convulsivo por el sufrimiento.

Desde una perspectiva estética, el arte ofrece a la ciencia médica la posibilidad de reflexionar sobre la condición humana a través de una expresión empática, como la de Remedios Varo, y puede comprenderse el dolor más allá de un lenguaje objetivo, concreto y meramente científico.

Es así que se producen dilemas en el acto médico tan significativos como es el caso del vínculo médico-paciente que relaciona a dos humanos, pero que considera muy pocas veces a este último como ser que sufre, debiendo ser esa la preocupación fundamental para la Medicina.

Cuando se está frente a un paciente que narra su padecer, usualmente su sentir se traduce a un lenguaje científico, poco empático, que se relaciona con una enfermedad. Sin embargo, detrás de una serie de síntomas hay una narrativa personal, en donde el enfermo hace copartícipe al médico en todo su proceso de sufrimiento. Esto nos invita a reinterpretar a la enfermedad, no sólo desde una perspectiva ética, sino también estética, como lo hiciera Remedios Varo.

 

Con información de la Doctora en Ciencias Ana Lilia Higuera Olivo, Profesora de Bioética y Profesionalismo en el Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Facultad de Medicina de la UNAM.

 

Recomendación de cine: El Doctor (1991)

Recomendación de cine: El Doctor (1991)

Nota: Felipe Aliaga
Ilustración: Jhennifer Martínez

Esta película es protagonizada por William Hurt, como Jack MacKee, un doctor que experimenta una transformación en su visión de la vida, de la enfermedad y de las relaciones humanas. Dirigida por Randa Haines, directora y productora de cine y televisión. Su obra está basada en una versión del libro del Dr. Edward Rosenbaum, 1988: A Taste Of My Own Medicine.

La historia narra cómo el Dr. MacKee vive en su propio hospital, como paciente común, el mismo trato inadecuado que daba a sus enfermos. Este doctor es un prestigioso cirujano cardiovascular que se muestra bastante insensible hacia el padecer de los pacientes, hasta que sufre un tumor de laringe y vive en carne propia la importancia de la empatía y comunicación en la relación médico-paciente. 

Con la enfermedad, descubre aquello que no aprendió ni en la universidad ni en su trabajo: todos los médicos terminan siendo pacientes, y así como ellos tratan, están enseñando a sus residentes cómo quieren ser tratados cuando estén enfermos.Cuando el Dr. MacKee se reincorpora al trabajo, después de controlar su enfermedad, lo primero que hace es obligar a sus residentes a estar ingresados 72 horas como enfermos en el hospital: ‘Así podréis aprender lo que nunca me explicaron a mí’.

La vida humana tiene un valor absoluto e inviolable. Es una responsabilidad enorme para los profesionales de la salud, que genera una reflexión continua del uso correcto del conocimiento para sanar y no para dañar. 

 

 

 

El amor de Doc Hollywood

El amor de Doc Hollywood

Ilustración: Gabriel Espinosa
Nota: Maestro en Artes Cinematográficas Adrián Maldonado González

 

Protagonizada por Michael J. Fox, Julie Warner, Woody Harrelson y Bridget Fonda, Doc Hollywood es una comedia romántica de 1991 dirigida por Michael Caton-Jones, en la cual se narra la historia del Dr. Benjamin Stone (Michael J. Fox), un destacado médico cirujano que decide cambiar las salas de emergencia de los hospitales en Washington D.C. para incursionar en la creciente industria de la Cirugía Cosmética de la extravagante Beverly Hills, California, en los inicios de la década de los noventa. 

El Dr. Stone, en su camino al éxito, sufre un accidente automovilístico que lo transporta de forma inesperada y espontánea, a la Twilight Zone (Dimensión Desconocida), nombre que le asigna al pequeño pueblo sureño de Grady, Carolina del Sur. Al llegar al hospital local, es obligado a cumplir una sentencia de treinta y dos horas de servicio médico en atención a los lugareños por los daños causados en el incidente. 

La comunidad tratará de convencer por todos los medios al Dr. Benjamin para que se quede como jefe del hospital y al principio la respuesta será negativa; todo cambia cuando conoce a Vialula (Julie Warner), la conductora de la ambulancia del pueblo y madre de una niña de cuatro años. 

Al final, el Dr. Stone tendrá que decidir entre una carrera millonaria y prominente en el mundo de la Cirugía Cosmética en Los Ángeles o en dejarse llevar por el amor y la medicina familiar de un pequeño pueblo. 

Si te quedaste con ganas de más, puedes disfrutar Doc Hollywood en las plataformas digitales. 

 

 

 

 

 

Enfermedades en el mundo maya

Enfermedades en el mundo maya

Las enfermedades mayas estaban directamente relacionadas con dioses y fuerzas de los seres del inframundo que vivían en medio de la oscuridad y la humedad, ávidos de calor y capaces de devorar el alma de los hombres incautos. Generaban padecimientos fríos, como los vientos nocturnos, el aire que provenía de los cadáveres y las enfermedades relacionadas con el agua.

  • Xiquiripat y Cuchumaquic causan derrames de sangre. 
  • Analpuh y Ahal-ganá hinchaban a los hombres, les teñían el rostro de amarillo y hacían brotar pus de sus piernas. 
  • Chamiabac y Chamiaholom eran los señores que enflaquecían a los hombres hasta volverlos huesos y calaveras. 
  • Ahalmez y Ahaltocab enviaban desgracias sobre los hombres, de manera que éstos eran encontrados tirados en el suelo, heridos y muertos. 
  • Xic y Patán causaban la muerte repentina de los hombres en los caminos, haciéndoles vomitar sangre hasta morir. 

Según el Popol Vuh, el inframundo se llama Xibalbaen lengua quiché. Lugar en el que existían dioses y jueces supremos: 

Estos datos refieren cierto tipo de enfermedades y padecimientos que parecían ser frecuentes como diarreas y vómitos de sangre, infecciones del hígado, disfunción del corazón, de los riñones y consunción por distintas infecciones. 

En el Ritual de los Bacabes, conservado y recogido dentro del ámbito privado y doméstico de la actuación de los médicos tradicionales mayas, se percibía a la enfermedad como un ente que tenía un origen, progenitores y una casa, que había nacido en un temazcallien el que había permanecido cuatro días antes de comenzar su movimiento, que poseía símbolos, características y joyas como anillos, rosario, peine e hilos de oro. 

También, las enfermedades estaban vinculadas a algunos animales: de la piel con las arañas, avispas y termitas, armadillos y monos; mientras que los espasmos, desfallecimientos y entumecimientos se relacionaban con el mono, jaguar, venado, iguanas, tarántulas y avispas. 

Los mayas poseían una clasificación de las enfermedades:

Kakera calor o fuego y abarcaba las erupciones de la piel, granos, pústulas y tumores, su responsable era la luna. 

Kinich Kakmoera una deidad solar que causaba padecimientos relacionados con el calor, fiebres, epidemias y posiblemente males de la piel.

Las enfermedades tancás, “ataque” o “frenesí”, eran los espasmos, la locura y los desfallecimientos. 

Otro grupo estaba relacionado con el inframundo y el agua: los dioses patronos del agua, el aire y la lluvia, como Itzam Na y sus ayudantes,chacespahuatunes, causaban males respiratorios como insuficiencia y asma.

Las enfermedades que se han identificado en los restos de esta cultura prehispánica, principalmente eran traumas como las fracturas y lesiones, padecimientos degenerativos como anemia, leucemia, deficiencia de vitamina C y D, malformaciones, tumores; e infecciones como lepra, trepanomatosis, brucelosis, tuberculosis, varicela, rubeola e infecciones causadas por hongos como actinomicosis aspergilosis e histoplasmosis. También hay indicios de haber padecido artritis degenerativa y osteoporosis.

Fuente:

Treviño, Carlos Viesca. 2007. Historia de la Medicina en México. Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, Facultad de Medicina, México: Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 35 – 49.


Medicina en el antiguo Egipto…

Medicina en el antiguo Egipto…

Paleopatología en las momias egipcias…

El padre de la paleopatología, Marc Armand Ruffer, realizó exámenes en 500 cráneos encontrados en una tumba de Gizeh y gracias a los resultados destacó que los miembros de las altas clases sociales egipcias tuvieron caries dentales al igual que el hombre moderno.

Hacia 1910, este paleopatólogo divulgó el resultado de los estudios que realizó en los riñones de dos momias de la vigésima dinastía que datan de entre 1250 a 1085 a.C., en los que encontró los huevos calcificados de un trematodo intestinal llamado Schistosoma Haematobium que aún a inicios del siglo XX afectaba al 40% de los habitantes del Nilo. Este parásito es parecido a una sanguijuela, se desarrolla en los canales de irrigación y penetra en el cuerpo humano a través de la piel, luego se aloja en las venas mesentéricas o vesicales y puede generar disuria, poliuria, polaquiuria, hematuria o una infección bacteriana que provoca uropatía obstructiva y probablemente cáncer de vejiga.

Percival Pott había descrito con anterioridad en 1779 los signos de un tipo de tuberculosis que lleva su apellido, pero fue Grafton Elliot Smith quién muchos años después, en excavaciones realizadas en Assuán, desenterró una estatuilla de arcilla y varios esqueletos que mostraban la enfermedad de Pott en la columna vertebral.

Ruffer y Smith, descubrieron las típicas lesiones de viruela en momias casi al mismo tiempo. Otras enfermedades también descubiertas en momias egipcias gracias a la paleopatología son: antracosis, neumonía y pleuresía.

 

Faraones, embalsamamiento y medicina…

A pesar de que la escritura egipcia en papiros surgió alrededor del 3000 a.C., fue hasta el siglo XX que se descubrieron y descifraron los 7 papiros de la medicina egipcia. El más antiguo, el de Kahun, data de 1900 a.C. y trata sobre la medicina veterinaria y las enfermedades de la mujer. El papiro Edwin Smith data del 1550 a.C. y se ocupa de los problemas quirúrgicos de la cabeza a la mitad del pecho. Del mismo año data el papiro Georg Ebers, siendo el más extenso cuya información es sobre la terapéutica, entre la que destacan recetas, técnicas manuales, encantamientos y hechizos.

El papiro Hearst contiene 260 recetas mientras que el papiro “pequeño” de Berlín trata sobre pediatría, ambos datan del 1600 a.C.; el papiro “grande” de Berlín contiene una prueba de embarazo y 204 recetas, el de Londres incluye 61 recetas, mayormente mágicas y por último, el de Chester Beatty es sobre el tratamiento de las enfermedades del ano, estos últimos tres papiros datan del 1300 a.C.

Para los egipcios el cuerpo humano era un sistema depurativo que recibía alimentos y “algo” existente en el aire, que si eran de mala calidad o naturaleza, el cuerpo enfermaba y la totalidad de su creación se componía por los cuatro elementos naturales: tierra, agua, fuego y aire.

El corazón era de tanta importancia que lo conservaban en el cuerpo embalsamado, la nariz también era de suma importancia por recibir el aire que era fundamental para la vida, esta razón dio pie a la costumbre de romper las narices de las estatuas y relieves con cabeza humana para destruir el poder demoniaco que podría habitarlas.

Al morir, se embalsamaba el cadáver como un acto ritual cuyo objetivo era el de prepararlo para la otra vida. Se debía mutilar lo menos posible por lo que solo se realizaba un corte en el costado izquierdo para extraer los órganos abdominales y los pulmones, mientras que, la masa encefálica se extraía por las fosas nasales con ayuda de un instrumento en forma de gancho.

 

  

Fuente:

 

Cortés R. J. G. R., Pérez G. D., et al. 2007. Historia Antigua de la Medicina.

Estudios en momias egipcias, El Reino de los Faraones.

Puebla, Puebla: Benemérita Universidad de Puebla,

Universidad Nacional Autónoma de México. pp. 52, 53, 71 – 76.