Nota: Felipe Aliaga
Ilustración: Jhennifer Martínez

Esta película es protagonizada por William Hurt, como Jack MacKee, un doctor que experimenta una transformación en su visión de la vida, de la enfermedad y de las relaciones humanas. Dirigida por Randa Haines, directora y productora de cine y televisión. Su obra está basada en una versión del libro del Dr. Edward Rosenbaum, 1988: A Taste Of My Own Medicine.

La historia narra cómo el Dr. MacKee vive en su propio hospital, como paciente común, el mismo trato inadecuado que daba a sus enfermos. Este doctor es un prestigioso cirujano cardiovascular que se muestra bastante insensible hacia el padecer de los pacientes, hasta que sufre un tumor de laringe y vive en carne propia la importancia de la empatía y comunicación en la relación médico-paciente. 

Con la enfermedad, descubre aquello que no aprendió ni en la universidad ni en su trabajo: todos los médicos terminan siendo pacientes, y así como ellos tratan, están enseñando a sus residentes cómo quieren ser tratados cuando estén enfermos.Cuando el Dr. MacKee se reincorpora al trabajo, después de controlar su enfermedad, lo primero que hace es obligar a sus residentes a estar ingresados 72 horas como enfermos en el hospital: ‘Así podréis aprender lo que nunca me explicaron a mí’.

La vida humana tiene un valor absoluto e inviolable. Es una responsabilidad enorme para los profesionales de la salud, que genera una reflexión continua del uso correcto del conocimiento para sanar y no para dañar.