Una dieta adecuada y actividad física son elementales para la prevención y control de la diabetes mellitus. 

 La nutrición es parte integral de la asistencia y del control de la diabetes. Una dieta que garantice la ingesta adecuada de todos los nutrientes es la base del tratamiento para esta enfermedad. Sin embargo, mantener los cambios necesarios para su control, como seguir un plan de alimentación, es uno de los retos más difíciles de conseguir, debido a los cambios de estilo de vida que esto conlleva. 

La diabetes mellitus es una enfermedad de origen multifactorial, que puede afectar a muchos órganos vitales y que cada año ocasiona la muerte de un gran número de mexicanos y mexicanas. Se caracteriza por la alteración de la hormona llamada insulina, ya que no se produce en la cantidad suficiente o de forma adecuada para metabolizar el azúcar. 

Sin embargo, se trata de una enfermedad crónica que se puede controlar si se mantiene una adecuada alimentación y estilo de vida. Se requiere de la modificación de hábitos poco saludables de forma gradual, remplazándolos por aquellos que favorezcan al control de la glucosa, el colesterol y, en general, del peso. Estos cambios pueden disminuir el uso de medicamentos y permitir una estabilidad en el organismo, lo que mejora la calidad y esperanza de vida de las personas. 

Aquellos con un estilo de vida sedentario, sobrepeso u obesidad, son los más propensos a padecer esta enfermedad y generar complicaciones, por lo que la actividad física juega un papel de gran relevancia para su prevención y control. 

Además de estar asesorado por un equipo multidisciplinario compuesto por nutriólogos, médicos endocrinólogos y educadores de diabetes, es importante el autocuidado, se puede comenzar estableciendo una meta a la vez e ir incorporando nuevas, para que en conjunto logren un cambio benéfico y a largo plazo. 

 

Con información de la Dra. Elvira Sandoval Bosch, Coordinadora de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, Facultad de Medicina de la UNAM. 

 

 

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