México es el país con mayor consumo de refrescos y bebidas azucaradas, y el primero en obesidad infantil, resultado: el sexto lugar en diabetes.
La insulina es la hormona producida por el páncreas que permite que el azúcar o glucosa que obtenemos de los alimentos sea aprovechada como energía para que tu cuerpo pueda realizar todas sus funciones de manera adecuada.
El exceso en el consumo de azúcar logra que la insulina se gaste rápidamente. Cuando esto ocurre, el páncreas ya no tiene la capacidad para producir insulina, o produce insulina de muy baja calidad, también conocida como resistencia de insulina, esto evita que las células transformen el azúcar en energía y sea aprovechada, por el contrario, la glucosa se acumula en la sangre y entonces se presenta la diabetes. Por lo tanto, el exceso de alimentos y del consumo de azúcar hace que el páncreas trabaje a marchas forzadas, así es como nos acabamos la insulina que produce.
Según la estatura, nuestro cuerpo produce entre 12 y 20 gotitas de insulina, equivalentes a 12 y 20 cucharadas de azúcar, un refresco mediano contiene 16. Además un vaso de jugo pequeño de cuatro dedos de alto es equivalente a 4 tortillas, uno mediano de 8 dedos de alto, a 8 tortillas, y el refresco grande, a 14 tortillas.
Existen varios tipos de diabetes, los más comunes son la diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional.
La diabetes tipo 1 es aquella en la que hay una destrucción total de las células del páncreas, por lo tanto la producción de insulina debe ser reemplazada con fármacos cada vez que existe una ingesta de alimentos. Puede darse en personas de cualquier edad, aunque generalmente se desarrolla en niños o jóvenes. Las personas con diabetes tipo 1 deben inyectarse insulina todos los días para aprovechar la energía de los alimentos. Este tipo de diabetes en las primeras fases suele ser asintomática, pero en la tercera etapa de su desarrollo suele presentar síntomas muy bruscos como el azúcar muy alto en la sangre y pérdida de conocimiento.
La diabetes tipo 2 es la más frecuente, el 90% de casos son de este tipo de diabetes. También se caracteriza por la pérdida de las funciones de las células del páncreas, pero es gradual y no siempre requiere del reemplazo total de la insulina, se produce poca insulina o de mala calidad. Se desarrolla por no llevar un estilo de vida sano, comer en exceso más de lo que nuestro organismo puede procesar, falta de ejercicio, estrés y obesidad. Entre los síntomas destaca el tener mucha hambre, sed, deseos muy frecuentes de orinar y heridas que no cicatrizan.
La diabetes gestacional es la que se presenta en algunas mujeres embarazadas por el exceso de trabajo que requiere la gestación del bebé. Se caracteriza por la resistencia de insulina y desaparece después del parto, sin embargo, las mujeres deben hacerse la prueba de la curva de tolerancia a la glucosa después de 6 semanas del parto y posteriormente cada año, ya que existe la posibilidad de que sean propensas a desarrollar diabetes tipo 2.
No todas las personas que viven con diabetes presentan complicaciones si llevan un estilo de vida sano, la alimentación adecuada, si se realizan la administración oportuna de sus medicamentos y de insulina en caso de necesitarla, además de hacer ejercicio y monitorear constantemente sus niveles. Generalmente, las personas que presentan complicaciones son aquellas que no se cuidan o que viven con mucho descontrol a partir de que se les diagnóstica la diabetes. En estos casos, las complicaciones pueden generar daño en la piel, en el riñón, infarto cardiaco o cerebral, porque además de azúcar, las arterias van acumulando grasa y colesterol, entonces se tapan y ocurre alguno de estos dos eventos, así como pueden llegar a la amputación del pie, diálisis o ceguera.
Para vivir adecuadamente con diabetes o evitarla es necesario seguir una dieta balanceada y saludable, evitar bebidas azucaradas como refrescos, jugos, agua de sabor o fruta; se debe tomar agua natural, cuidar el peso ideal de acuerdo a la estatura, la cintura no debe rebasar los 80cm en mujeres y 90cm en hombres; se recomienda hacer ejercicio físico, caminar de 3 a 5 km o de 15 a 20 min al día, evitar las grasas en exceso, respetar los horarios y porciones de comida.
Con información de la Dra. Victoria Rajmé Haje, Directora de EduSalud / dra.rajme@gmail.com