Gastritis, enfermedad que afecta a gran parte de la población mexicana

Gastritis, enfermedad que afecta a gran parte de la población mexicana

 

La gastritis es un grupo de enfermedades que se localizan en la parte alta del abdomen, la “boca del estómago”, provocada por la inflamación del revestimiento de la pared que protege el estómago.

En México, la población se ve afectada entre el 60 a 70 porciento, y sus principales factores son la dieta rica en irritantes, tabaco, consumo de alcohol, ayunos prolongados, estrés e ingesta crónica de antiinflamatorios no esteroideos (aspirina, ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, entre otros).

Las comidas abundantes, ricas en proteínas o grasas de origen animal como el mole, carne de cerdo, alimentos fritos o empanizados, permanecen más tiempo en el estómago, lo que favorece que se genere más ácido gástrico y con ello se precipite la enfermedad. También a esta lista se le añade la leche, por su exceso de calcio, refrescos, bebidas carbonatadas, gaseosas.

Además, esta enfermedad se puede dar por infección, por la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori), por estrés, enfermedades autoinmunes e incluso por VIH / SIDA.

La gastritis se clasifica en aguda y crónica, la primera dura de pocas horas e incluso días, y la segunda es aquella que que tiene una duración mayor a tres meses, y puede presentarse de manera intermitente.

Dentro de esta enfermedad, encontraremos los siguientes síntomas: dolor en la parte superior del abdomen, específicamente del ombligo para arriba, el dolor es punzante, ardoroso, el cual puede mejorar o empeorar al consumir alimentos, en algunos casos acompañada de náuseas, vómitos, eructos, sensación de llenado rápido. Los casos graves pueden presentar vómitos con sangre (hematemesis) como asientos de café.

El diagnóstico de esta enfermedad es por medio de la historia clínica completa y detallada, aunque por otra parte existen estudios para confirmar su diagnóstico como es la panendoscopía, que consiste en introducir una cámara por la boca para revisar el esófago, estómago y llegue hasta la segunda parte del duodeno, en él se observará la capa que recubren estas estructuras y se tomará una parte del tejido del estómago para enviarlo a patología y confirmen el proceso inflamatorio que presentan las células, que darán la certeza de la enfermedad.

Por lo tanto, el tratamiento va enfocado principalmente en modificar los estilos de vida, enfocándose en la dieta, si con esto no mejora la enfermedad, se le agregará un medicamento, ya sea un antiácido (Magaldrato con dimeticona, hidróxido de aluminio y magnesio), bloqueadores de los receptores de histamina (ranitidina) o un inhibidor de la producción del ácido gástrico a través de la inhibición de la bomba de protones (omeprazol, pantoprazol).

 

Con información de la Dra. Nayeli Xochiquetzal Ortiz-Olvera, Médico gastroenterólogo, titular de pregrado y posgrado de la UNAM

Titular de la clínica del estómago CMN Siglo XXI

Correo: nayelixoortiz@yahoo.com.mx

Colaboración de Itzel García, Médica Pasante de Servicio Social de la Facultad de Medicina.

Tipos de Desnutrición

Tipos de Desnutrición

 

Cuando nuestro cuerpo tiene una deficiente incorporación de nutrimentos (que encontramos en los alimentos sanos) para todas nuestras células, se origina una desnutrición, que se presenta en diversos grados de intensidad, principalmente durante la niñez y se clasifica principalmente en dos tipos:

Marasmo: Es una desnutrición energética–calórica, su evolución es crónica y el peso es notablemente disminuido. La apariencia de los niños que presentan este tipo de desnutrición es demasiado delgada, la masa muscular es excesivamente deficiente, se marcan los huesos por debajo de la piel, tienen aspecto de viejito y los órganos no se desarrollan adecuadamente. La recuperación es muy prolongada.

Kwashiorkor: Esta desnutrición a diferencia de la anterior, es energético–proteica, su manifestación y evolución son agudas, el peso es ligeramente disminuido o en numerosos casos es normal debido a que su apariencia es hinchada, hay presencia de grasa, la cara tiende a ser redonda, sobre todo en las mejillas, sin embargo, la piel desarrolla irritación grasosa o llamada dermatitis seborreica y en algunas partes se puede notar con mucha resequedad, presentan palidez en la parte interior de los párpados inferiores; los dientes muestran desgaste, erosión del esmalte y presentan caries, también puede haber una despigmentación difusa en la piel. La recuperación puede ser breve.

En ambos casos, el cabello se despigmenta, se vuelve muy seco, fino, opaco, en algunas zonas se ve más oscuro y en otras se ve con tonos pálidos y hay alopecia ya que se desprende muy fácilmente. Existe un retraso en el desarrollo psicomotor, hay apatía, irritabilidad, baja producción de ácido clorhídrico, la movilidad intestinal es deficiente, así como la absorción de nutrientes cuando se administran grandes cantidades de comida. El cuerpo entra fácilmente en estado de hipotermia en ambientes fríos e hipertermia en ambientes calurosos.

Cabe señalar que, en varios casos puede darse un tipo de desnutrición mixta, llamada Kwashiorkor marasmático.

 

 

Fuentes:

https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/lineamiento-desnutricion-aguda-minsalud-unicef-final.pdf

http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/119_GPC_DESNUTRICION_MENOR/Ssa_119_08_grr_desnutricion_menor.pdf

http://cvoed.imss.gob.mx/COED/home/normativos/DPM/archivos/coleccionmedicinadeexcelencia/10%20Desnutrici%C3%B3n%20y%20obesidad%20en%20pediatr%C3%ADa-Interiores.pdf

Insuficiencia Hepática Crónica (Cirrosis)

Insuficiencia Hepática Crónica (Cirrosis)

 

 

 

Cuando se daña nuestro hígado por causas como el alcoholismo crónico o alguna hepatitis mal tratada, se presenta una fibrosis, es decir, que se daña el tejido de este órgano por nódulos de regeneración y necrosis, presentando una alteración en su arquitectura y vasculatura. Cuando este proceso dañino para el hígado llega a una etapa terminal, la enfermedad evoluciona a Insuficiencia Hepática Crónica o también conocida como Cirrosis. Es posible detener la progresión de la enfermedad en su etapa inicial y controlar las complicaciones inherentes a ella, sin embargo, el daño que ya está hecho es irreversible.

Otras causas que pueden generarla son el tener hígado graso, consumo de drogas o por contagio de hepatitis al compartir las agujas, con las que se auto administran algunas de ellas; el uso de herbolaria, la automedicación y el uso de suplementos alimenticios o también llamados naturistas.

Cuando se desarrolla esta enfermedad, no muestra síntomas o datos de alerta ya que, el hígado tiende a regenerarse, el posible cansancio que se manifiesta puede llegar a atribuirse a otras causas, pero cuando los síntomas comienzan a surgir, muchas veces o en la mayoría de los casos, es porque se trata de un hígado ya descompensado y estos síntomas pueden ser ascitis o retención de líquido en el abdomen, edema en los miembros pélvicos, e incluso pueden mostrar ictericia y palmas hepáticas, es decir, que se aplanan muy notablemente. En la piel se muestra que los pequeños vasos sanguíneos se dilatan, formando las famosas arañas vasculares, así como aparición de manchas rubíes, crecimiento de mamas en los hombres, y caída del vello púbico.

La exploración física, el ultrasonido, la endoscopía, el perfil bioquímico y el perfil de coagulación, son estudios que ayudarán a identificar si el hígado está funcionando adecuadamente y arrojarán datos que podrán determinar en qué etapa de gravedad se encuentra, e incluso el Fibroscan y la resonancia magnética determinan la elasticidad del hígado para confirmar el diagnóstico.

Se debe evitar el consumo excesivo del alcohol y la mujer es más sensible para metabolizarlo, por lo tanto, es más propensa a desarrollar cirrosis con menor cantidad de alcohol que el hombre.

Las complicaciones son muy variadas, pueden ir desde la encefalopatía hepática condicionada por la alteración en la depuración de amonio, es decir, cuando el cuerpo no elimina correctamente el amonio, por lo que se corre el riesgo de presentar alteraciones en la conciencia, el paciente puede estar desorientado; otros signos son la hipertensión portal, ésta última se puede presentar por la generación de várices, ya sea en el esófago y en el estómago lo que puede condicionar hemorragias y una pérdida de volumen sanguíneo que puede llegar a terminar con la muerte del paciente.

El tratamiento se enfoca en las complicaciones como la retención de líquidos, disminución de sal y proteína animal (que debe sustituirse por la vegetal) en la dieta, así como la prescripción de los medicamentos necesarios de acuerdo a los signos y síntomas que se deban controlar en el paciente.

 

 Con información de la Dra. Mayra Virginia Ramos Gómez, Jefa del Servicio de Gastroenterología del Hospital «20 de Noviembre», ISSSTE.

 

 

Meningitis

Meningitis

¿Qué es la meningitis?

 

Nuestro cerebro está envuelto por un tejido de tres capas llamadas meninges (duramadre, piamadre y aracnoides), que tienen la función de protegerlo. Cuando este tejido se ve afectado por algún factor infeccioso, autoinmune o neoplásico, se inflama generando severos riesgos y daños al sistema nervioso central.

La causa de la meningitis por infección puede ser viral, bacteriana, micótica, micobacteriana, ascéptica o por causa de enfermedades autoinmunes como el lupus; y neoplásica cuando es generada por algún cáncer.

Los síntomas generales son rigidez de la nunca, fuerte dolor de cabeza o cefalea, agitación psicomotriz, fiebre y el paciente puede llegar a convulsionar.

En casos de meningitis viral o bacteriana en infantes, puede presentarse irritabilidad, vómito y síntomas gastrointestinales.

En los adultos se presenta claramente una desorientación y también es posible la confusión y falta me memoria.

Para realizar el diagnóstico, inicialmente se hace uso de la tomografía computada, misma que dictamina si es posible hacerle o no la punción lumbar al paciente. Esta punción depende de que no presente hipertensión endocraneana y consiste en la obtención de líquido encefalorraquídeo para realizar cultivos por medio de la tinción de Gram; de esta manera se puede determinar si la inflamación es de origen bacteriano, micótico o micobacteriano.

Por otro lado, el estudio de Reacción de la Cadena de la Polimerasa (PCR) se realiza para identificar si la infección es ocasionada por un virus; mientras que el estudio de Adenosina Desaminasa es útil en caso de cuyo origen sea una micobacteria como la causante de la tuberculosis.

Es muy importante tratar la meningitis de manera inmediata y lo más pronto posible, ya que esta afección puede generar graves secuelas tanto neurológicas como motoras, pérdida de memoria.

Para su prevención se ha mostrado eficiencia con la vacuna contra haemophilus influenzae en los casos en que se puede generar por infección viral, así como la vacuna contra tuberculosis que se aplica en los infantes.

 

 

Con información del Dr. Sergio Alberto Mendoza, Profesor de Posgrado de la Facultad de Medicina, UNAM.

Sobre Infertilidad y Técnicas de Reproducción Asistida…

Sobre Infertilidad y Técnicas de Reproducción Asistida…

 

 

 

La infertilidad se define como la incapacidad de lograr un embarazo exitoso en el periodo de un año de relaciones sexuales constantemente, intentándolo por lo menos, 3 veces a la semana sin el uso de algún método anticonceptivo.

Puede tener varias causas, algunas pueden estar predispuestas genéticamente y otras resultar de hábitos como alcoholismo, tabaquismo, haber estado sometidos a tratamientos de quimioterapia o radioterapia, alguna mala alimentación, por estrés crónico o por alguna enfermedad de transmisión sexual mal tratada.

El estrés crónico puede llegar a afectar la movilidad espermática o la calidad del semen. Enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea pueden generar en los hombres, una obstrucción en los conductos seminíferos lo que no permite la correcta liberación y producción de espermatozoides, así como ocasionar una inflamación pélvica en mujeres.

La infertilidad tiene las mismas posibilidades tanto en hombres como en mujeres, en los primeros, se relaciona con la calidad del semen y a la movilidad espermática; en las mujeres se relaciona con problemas útero – tubáricos.

La edad también es un factor importante, a partir de los 30 años comienza a disminuir la fertilidad y a los 40 ya se considera como embarazo de alto riesgo. Es posible que la infertilidad pueda darse posteriormente de haber concebido.

Con respecto a los anticonceptivos no se ha encontrado una relación directa con la fertilidad, en las mujeres con problemas ováricos se retrasa, pero posteriormente el ciclo vuelve a la normalidad y la fertilidad se recupera.

 

 

¿Disfunción eréctil e infertilidad?

La infertilidad se encuentra condicionada por la disfunción eréctil, sin embargo, el hecho de padecer disfunción no es sinónimo de infertilidad porque solo se afecta el proceso de erección, por no haber una introducción de espermatozoides en el útero para fecundar un óvulo, más no se afecta el proceso de la producción espermática.

 

 

Tratamientos

Existen varias técnicas de reproducción asistida:

Inyección intrauterina: los espermatozoides son micro-inyectados uno por uno dentro del óvulo, logrando la fecundación.

Fertilización in vitro: los espermatozoides y óvulos son obtenidos previamente y son preparados, posteriormente se insertan en el útero mediante la técnica de transferencia de embriones.

Inseminación intrauterina: los espermatozoides son depositados dentro del útero facilitando su llegada al óvulo.

 

Con la información de la Biól. Laura Eréndira Felipe Galindo, Laboratorio de Biomembranas del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina, UNAM.